7mo Congreso Nacional y 4to Internacional de Historia, Miranda, Venezuela
20 de junio 2024
Antonio Prieto Colón
Formación de un General
Antonio Valero de Bernabé nació en el pueblo de Fajardo Puerto Rico en 1790, su padre un militar noble de Aragón, Cayetano Valero de Bernabé y su madre puertorriqueña nacida en Río Piedras, Rosa Pacheco. Cuando tenía siete años su padre, Cayetano, fue parte de los defensores de la isleta de San Juan en el ataque del Almirante inglés Abercromby en 1797. En 1800 su progenitor muere y en 1803 su madre lo envía a España para que se formara en la carrera de su padre, la carrera militar. Según la documentación a la mano entra en la Academia militar de Valencia y sirve en su Regimiento durante su primer año en la Península Ibérica. Allí el puertorriqueño comienza su formación en el arte de la guerra en un momento de gran incertidumbre para el Régimen Borbónico. En el momento que las tropas Napoleónicas cruzan los Pirineos Antonio Valero es ascendido a teniente del Regimiento de Infantería de Murcia.
Durante la Guerra Napoleónica, el fajardeño va a participar de algunos de los combates más sangrientos como lo fue el Segundo Sitio de Zaragoza, la batalla de Tudela. Mientras los representantes liberales se reunían para redactar la Constitución, fue parte de los militares que defendieron Cádiz y estuvo en el último Sitio de Tarragona entre otras batallas importantes. Fue en el enfrentamiento contra los franceses que el joven puertorriqueño comienza su formación política, es decir, mientras está con fúsil y cuchillo es que Valero va a ir entendiendo las grandes contradicciones que representaba su participación en el Ejército Español. Durante su proceso formativo va a interactuar con distintos sectores tanto de los franceses (en un momento es apresado por estos), españoles liberales y americanos. De estas interacciones Valero se posiciona junto a los liberales más extremos y, cuando regresa Fernando VII a restaurar el absolutismo, el puertorriqueño choca con la misma realidad que entendió Betances casi medio siglo después, “España no puede dar lo que no tiene.” Durante el Sexenio Absolutista Antonio Valero de Bernabé va a utilizar el silencio de las logias para conspirar contra el absolutismo de Fernando VII y ante la Revolución de Riego en 1820 se une a los conspiradores y ve el triunfo liberal y el comienzo de aquel llamado Trienio Liberal. Con la restauración de la Constitución de 1812 Valero es comisionado como segundo en mando del General irlandés Juan O’Donojú que había sido enviado al Virreinato de Nueva España como Jefe Superior y Político (Virrey) con el objetivo de apaciguar la llama independentista que había sido incendiada con Hidalgo y Morelos, y que en 1820 estaba siendo liderada por Agustín de Iturbide. A su llegada, el virrey recibió los informes de situación y se dio cuenta que la llamarada libertaria estaba tan encendida que España no tenía ninguna oportunidad de retomar el control del Virreinato. Con ese panorama O’Donojú,como autoridad máxima de España, acuerda firmar con Iturbide los Tratados de Córdoba y con esto sellar la independencia mejicana. Poco después de la firma del Tratado, O’Donojú muere, la muerte de Juan O’Donojú cerraba un capítulo en la vida de Antonio Valero de Bernabé y a la vez comenzaba otro. Ante la muerte de su superior, ¿qué hacer? Ante aquellas circunstancias podía mantenerse en las filas realistas o acogerse al artículo decimoquinto del Tratado de Córdoba donde permitía aquellos que quisieran pasar al Ejército Trigarante que lo hiciesen con el mismo rango que tenían en el ejército español.
Su reconocimiento de la incapacidad del Régimen Borbónico de poder gobernar bajo las limitaciones de una Constitución liberal hace que, una vez regresa a América, no dude en pasar a prestar su espada a las luchas emancipadoras de su continente. Durante su tiempo en el ejército Trigarante es ascendido a Brigadier y comisionado a redactar un Código Militar para una escuela que iba a inaugurarse. Las cuestiones políticas mejicanas luego de la independencia impiden que se cumpla su ascenso y que entregue el Código Militar comisionado ya que, ante la proclama de Iturbide como Emperador, Antonio Valero decide salir de México y no volver a servir bajo un Emperador. En su diario, hoy perdido, pero que al momento de escribir su libro biográfico “ Un Héroe de la Independencia de España y América” el historiador puertorriqueño Mariano Abril tuvo acceso a él, el propio militar narra este episodio:
Tranquilizado el país, después de diferentes victorias contra el ejército español, el gobierno mejicano me honró con varios destinos. Los resortes de la ambición vinieron a turbar la felicidad que disfrutaban los mejicanos, y el Jefe, cuya conducta anterior había sido tan funesta a la causa de la Libertad, creyó que la obra, a cuyo frente se puso por casualidad, debía resultar en su sólo beneficio. Méjico se vio agitado por varios partidos; el más funesto para la causa en general, era el de los españoles llamados Borbonistas, bajo el pretexto de sostener lo estipulado en el plan de Iguala y tratados de Córdoba. Iturbide se aprovechó de esta desunión, que él había sembrado y que debilitaba a los republicanos, movió los resortes de la calumnia entre unos y otros, convirtiendo los hombres en fieras; dio golpe y colocó sobre sus sienes parricidas la diadema de los Moctezuma, empuñando el cetro de los Nerones y Calígulas; destruyó la Representación Nacional, estableció la Inquisición Política y Religiosa y empezó a perseguir a los Republicanos, halagando a los Borbonistas, como no fuesen enemigos suyos personales. Yo, que desde el principio me había pronunciado por los primeros, y que jamás transigió con los últimos, conocí el peligro que me amenazaba y me determiné a abandonar un país que algunos sacrificios me debía por su existencia política. Me presenté al nuevo Emperador y le pedí mi pasaporte; quiso saber la causa y le contesté que él la sabía mejor que yo; que todavía existen en el continente algunos puntos hollados por la planta de nuestros comunes tiranos que necesitan ayuda; que estaba decidido a salir; y que la única recompensa que exigía por mis servicios era el pasaporte.1
En sus palabras apreciamos su rechazo rotundo al modelo monárquico imperial lo que lo posiciona ideológicamente con los republicanos y para el 1822, año que sale de México, la única revolución que se hacía con el objetivo de la creación de una República en América era Bolívar y su Ejército Libertador.
A pesar de que en una carta escrita por Valero a las autoridades españolas su objetivo era salir hacia España, los espías españoles estaban claros de sus verdaderos objetivos, pues en una carta escrita en agosto de 1822 por el militar español encargado del Puerto de Veracruz, José Dávila, escribe; “Valero se embarca según aparece en el Bergantín francés nombrado el Mexicano que sale directamente para Burdeos; pero yo me temo, enterado de los diferentes avisos que me han dado, que pueda desembarcarse en algún punto de la Isla de Cuba, a donde se asegura lleva comisión de estos disidentes dirigida a revolucionarla, así como la de Puerto Rico donde ha nacido.” Aunque Dávila asegura que tiene información de que está comisionado por los mexicanos a revolucionar Cuba –sabemos que esto es muy improbable por su salida abrupta y en malos entendidos con Iturbide–, sí acertó en que el puertorriqueño tenía planes con su isla natal pero no por comisión mexicana sino por iniciativa propia como estaremos viendo más adelante. A su salida de México el barco en el que navegaba fue asaltado por corsarios al servicio de España y este fue llevado a Cuba donde fue apresado a finales de 1822. El puertorriqueño logra salir de Cuba, al momento no tenemos documentación para probarlo, pero sospechamos que los Soles de Bolívar tienen algo que ver en esto, y en los primeros meses del año 1823 lo encontramos en los Estados Unidos de Norteamérica. En una nota periodística publicada en el periódico The National Gazzete de Filadelfia, publicada en marzo de 1823, encontramos una pista de los planes futuros del militar fajardeño: “NEW YORK -Passengers in the brig Georgetown Packet, Rathbone, sailed on Wednesday for Laguaira- General Antonio Valero, lady and two children, Francisco Hernaiz, and General Montillo.”2
El mismo año que se proclamaría la Doctrina Monroe, Antonio Valero se encaminaba a Venezuela con el propósito de prestar su servicio en el ejército Libertador.
Un Puertorriqueño Bolivariano
Para este momento el puertorriqueño estaba influenciado y nos atrevemos decir, ya era, BOLIVARIANO. ¿Por qué afirmamos esto? Nuestra aseveración se basa en el documento fundamental redactado por Antonio Valero de Bernabé y que se titula “ Plan para la Independencia de Puerto Rico.”3 Este documento es el primer proyecto político que se redacta por un puertorriqueño con el objetivo de lograr la separación de Puerto Rico de España y además está íntimamente ligado y basado en el proyecto de Simón Bolívar que ya en su Carta de Jamaica de 1815 había apelado a la necesidad de llevar la Revolución a Puerto Rico y Cuba. Su Plan consiste de dos partes, una política y una militar, y nos enfocaremos en la primera parte. En esta el puertorriqueño estipula en su primer artículo: “Base de la libertad. La Constitución de Colombia, perteneciendo a la República como estado dependiente de ella.”4 Indiscutiblemente el Plan para la Independencia de Puerto Rico es un proyecto bolivariano pues pretende integrar/anexar a Puerto Rico, Boriquén según el Plan de Valero, a la República nacida en Angostura en 1819, aquella que conocemos como Gran Colombia y que fue ideada por el Libertador Simón Bolívar.
En un artículo publicado en el año 1964, el historiador cubano Jorge Quintana nos brinda claridad sobre los primeros pasos de Valero en tierras venezolanas: “El general Valero arribó a La Guaira a fines de abril o principios de mayo de 1823, pues El Venezolano, de Caracas, publica una nota titulada “Adquisiciones en Caracas” saludando el reciente arribo a tierra venezolana de los puertorriqueños Valero y Hernaíz.”5 En el mismo artículo Quintana aclara la fecha exacta de la naturalización de Valero como ciudadano colombiano, “la fecha exacta de la carta de naturaleza colombiana concedida al general Valero, es la del 24 de febrero de 1824 y fue publicada en la Gaceta de Colombia, Bogotá, 30 de mayo de 1824.”6 Su naturalización fue en mayo de 1824, pero su admisión como General de la República fue en junio de 1823.7 Ya admitido como General, Valero buscaba algún empleo y le escribe a José Antonio Páez para ver si este lo empleaba bajo su mando. En octubre de 1823, el llanero le responde que no podía emplearlo y lo vanagloria diciéndole que “yo me hubiera ciertamente lisonjeado de tener por compañero de armas a un militar ambicioso de gloria y de hacer sacrificios por la causa Colombiana.”8 El mismo mes de octubre de 1823 llega la tan esperada comisión en una carta escrita por Pedro Gual: “El Gobierno ha tenido a bien de nombrar a V.S Jefe de la Segunda Columna que debe formarse en el Departamento de Magdalena, con el destino de auxiliar al Perú.”9 A partir de ese momento el militar puertorriqueño tenía que reclutar, organizar y entrenar una división militar que se va a componer de 1,600 hombres, tarea que le cerca de un año. En agosto de 1824 le escribía Carlos Soublette a Bolívar
Hoy marcha de aquí, mejor diré, hoy se embarca la División Valero, auxiliar del Perú: lleva cerca de 1,600 hombres en dos batallones de 800 plazas cada uno, regularmente equipados y vestidos…. El General Valero manda la División. Es un oficial en nuestro ejército; vino con O’Donojú a México, pasó a Colombia fue admitido y por último destinado a este mando. Conoce el servicio, es entusiasta y anhela por ser útil, y yo creo que lo será si encuentra buena acogida en Vd. Y en sus generales de división. Tiene en su contra ser nuevo en el ejército; pero si se le anima y proporciona ocasión de distinguirse se pondrá al nivel. Tiene modales, una regular apariencia, juventud, robustez y voluntad. Muchos están celosos porque se le ha hecho General. Yo nada digo porque ya está hecho; pero sí desearía que lo fuese con suma ventaja para el ejército.
De Colombia pasa a Panamá desde donde sale hacía Guayaquil en octubre y llega a las costas ecuatorianas en noviembre de 1824. En diciembre de ese año se comunican por primera vez Antonio Valero de Bernabé y Simón Bolívar. En una carta fechada al 9 de diciembre de 1824 y firmada en Lima por José Manuel Soler:
S.E. el Libertador, Encargado del Poder Dictatorial del Perú, ha recibido con la más grande satisfacción la nota de US. del 16 del próximo pasado, en que le participa su llegada a la Puna con parte de las tropas auxiliares al Perú que marchan a sus órdenes a combatir por su libertad. S.E ha recibido también la copia de las instrucciones que le ha comunicado el Jefe Superior de los Departamentos del Sur para el arreglo y organización de la división del mando de US. S.E. no duda que US. empleará todos sus tal Entos militares y el celo que lo anima en favor de la causa de América, para que la división venga lo más pronto posible y en el más perfecto estado de disciplina a incorporarse a los libertadores del Perú.10
Es evidente en la comunicación como sin haberse conocido de manera personal ya el Libertador tenía en alta estima al militar puertorriqueño. En una próxima comunicación el 9 de diciembre, firmada por Bolívar, este le escribía al General Juan Paz del Castillo que “Me ha parecido muy bien la organización que US. ha mandado dar a la división del mando del General Valero… y más que todo, pronta salida de la expedición, de cuya operación pende la absoluta libertad del Perú.”11 Valero no solo era bien estimado por Bolívar, sino que veía su llegada como algo fundamental para el triunfo en el Perú y por tanto consolidar la libertad de la América continental. El saludo entre el venezolano y el puertorriqueño tendrá que esperar hasta el 18 de febrero de 1825 cuando llegó a Lima. En carta fechada ese mismo día y destinada al General Santander, Bolívar escribe su primera impresión del General puertorriqueño: “Al General Valero, no he hecho más que verlo, pero me parece un excelente oficial por lo que he visto y he oído de él, y por su fisionomía. Le he dado el mando de la División que sitia el Callao a las órdenes del General Salom.”12 No hay casualidades en la vida y otra vez vemos al ahora General Valero siendo el segundo al mando del Sitio del Callao, este sería el cuarto Sitio en que participaría y en esta ocasión estaría en las líneas del sitiador y no entre los sitiados. Las experiencias en España dieron fruto en el Perú. A pesar de un conflicto que se dio durante este periodo entre Valero y Bolívar, este fue sanado y olvidado. La rendición del fuerte del Callao en el primer mes de 1826 significó la victoria definitiva sobre España . En febrero de 1826 Bolívar le escribía una misiva a Valero en el que nuevamente mostraba su afecto hacia el puertorriqueño:
Doy a usted las gracias por la dedicación que usted me ofrece de la obra Consideraciones sobre el arte de la guerra, la cual acepto porque ella no sólo prueba los talentos del que la ha traducido, sino que también será muy útil a nuestros jóvenes militares….. usted ha sido una parte brillante en esta empresa, es usted acreedor a la suma que le corresponde…. Por mi parte, aseguro a usted que estoy muy satisfecho de su conducta en el sitio del Callao, y debo decir a usted que los informes que me ha dado el General Salom han sido muy honrosos para usted.
Al momento de recibir la carta emitida por Bolívar, Valero estaba encaminado hacia Panamá donde lo comisionaron. Hemos apreciado como la relación entre Valero y Bolívar, aunque inició de manera intelectual, se convirtió en una amistad verdadera. Hay una carta muy interesante que escribe Briceño Méndez a Santander desde Panamá en marzo de 1826 en la que vemos como Valero, a pesar de que han pasado tres años de su llegada a la Gran Colombia, mantiene su Colombia.
Hoy ha emprendido su marcha el General Valero por Chagres con su columna, que ha adelantado bastante en instrucción durante su residencia en este Departamento: ya van pareciendo soldados. Antes de irse me hizo muchas instancias para que suplicara a usted que lo tenga presente si se verifica alguna expedición contra Cuba o Puerto Rico, y que si no, lo emplee en este Departamento…. Usted sabe que él es muy buen oficial y que se hace amar. Estas dos circunstancias lo hacen sin duda recomendable a este destino.13
En el año 1827 cuando se consideró una expedición libertadora a Puerto Rico se pensó en incluir a Valero en el Estado Mayor 14, pero aquella expedición no se realizó pues Bolívar tenía otros objetivos en aquel momento, como apunta la historiadora puertorriqueña Loida Figueroa, “En suma, Cuba y Puerto Rico eran peones en el juego diplomático del momento.”15 Durante los próximos dos años Valero pasa por varios empleos desde Comandante General de los Valles de Aragua y la Gobernación Militar de Puerto Cabello.
Ante la postura de Páez de separar a Venezuela de la Gran Colombia el puertorriqueño se mantiene leal a Bolívar, a pesar de que el General Páez lo nombra en mayo de 1830 Secretario de Guerra y Marina. Antonio Valero renuncia de su cargo y es inmediatamente expulsado del país por su lealtad al Libertador Simón Bolívar.
A la muerte del Libertador el 17 de diciembre de 1830 Antonio Valero estaba junto a su familia y compañeros bolivarianos exiliados en San Tomás. Allí “recibió la noticia de la muerte de Bolívar que le causó una gran pena y una gran indignación.”16 Regresa a Venezuela en 1831 donde se establece en San Sebastián de los Reyes en Aragua donde contrae segundas nupcias con Trinidad Lara con la cual tiene más de cinco hijos y hoy todavía su casona sigue en pie y habitada en San Sebastián. Al regreso del cuerpo del libertador Antonio Valero fue uno de los antiguos Generales que fueron invitados y que acompañaron el féretro del Libertador hasta su descanso eterno.
Luego de la muerte de Bolívar, Valero hace su vida privada en San Sebastián, toma partido con los liberales y mantiene vivo el Legado del Libertador. Durante el gobierno de Monagas derrota e hiere de muerte al General Judas Tadeo Piñango en Taratara y es ascendido a“General de División.”17 Durante la presidencia de Tadeo Monagas fue “Comandante de Armas de Cumaná, de Caracas y desempeño la Secretaría de Marina y Guerra.”18 La última acción de Valero fue durante la Guerra Federal cuando con sesenta años se une al General Ezequiel Zamora que vuelve a levantar las banderas bolivarianas. Debido a la derrota de aquel levantamiento Federal y Bolivariano Antonio Valero de ve obligado a nuevamente exiliarse, esta vez a Colombia donde su antiguo compañero de armas el General Tomas Mosquera le concedió un oficio de Comandante de Armas de Bogotá. Un año antes de su muerte en junio de 1862 el general puertorriqueño Antonio Valero de Bernabé publica lo que creemos al momento es su última Proclama en la que vemos de manera explícita su continua lealtad a Bolívar y el proyecto Bolivariano. En la segunda parte de la Proclama dice Valero:
¡Casanareños! Testigo un tiempo de vuestro valor en los campos en que fueron extirpados los tiranos de América, yo os he conservado siempre una simpatía fraternal: esos nobles precedentes, y vuestra posición en la extensa línea que nos une con Venezuela, os imponen nobles obligaciones: sabéis cuáles y cuántos son los sufrimientos de aquellos hermanos nuestros: con vuestros brazos siempre abiertos, mostradles que sois los mismos que un día compartisteis con ellos las glorias de la guerra magna, y los mismos que formareis mañana una sola familia, en el seno augusto de Colombia.19
La última proclama de Valero es una declaración ferviente de su continuo compromiso con los ideales bolivarianos. Valero no solo reafirma su lealtad a Bolívar, sino que también subraya la importancia de la unidad y la solidaridad entre los pueblos de América. La visión de “una sola familia” en el “seno augusto de Colombia” es un claro reflejo de la visión de Bolívar para un continente unido y libre de tiranías. El General fajardeño Antonio Valero de Bernabé muere un siete de junio de 1863 en Bogotá Colombia, sin volver a ver a su familia, ni regresar a Venezuela. A pesar de que en la documentación se apunta a que sus restos están en el Cementerio Central de Bogotá estos no se han encontrado y por tanto un decreto emitido por Guzmán Blanco en 1872 de llevar sus restos al Panteón Nacional de Venezuela tampoco se ha cumplido. Termino parafraseando un fragmento del discurso pronunciado por el presidente del PIP, Rubén Berríos Martínez, en la cumbre de la CELAC de 2015, “ Puerto Rico es el verso que le falta al poema libertario de Bolívar y del General Valero!” Muchas Gracias.20
REFERENCIAS : 1. Memorias del General Antonio Valero en Mariano Abril, Un héroe de la Independencia de España y América. Puerto Rico: Real Hermanos, 1929. 2. The National Gazette (Philadelphia, Pennsylvania). Sat, Mar 22, 1823. 3 Quintana, Jorge. “Plan para la Independencia de Puerto Rico del General Antonio Valero de Bernabé.” Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña, no. 18 (enero-marzo 1963): 7-11. 4. Quintana “Plan de Independencia.” 5. Antonio Valero de Bernabé. “Plan para la Independencia de Puerto Rico.” en Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña, no. 18 (enero-marzo 1963): 10-11. 6. Quintana “Plan de Independencia.” 7. Documento Archivo de Colombia “Despachos Militares” tomo IV folio 113 vuelta. 8. Carta del General José Antonio Páez en Mariano Abril, Un héroe de la Independencia de España y América. Puerto Rico: Real Hermanos, 1929. 139. 9. Carta del Pedro Gual en Mariano Abril, Un héroe de la Independencia de España y América. Puerto Rico: Real Hermanos, 1929. 139 10. Memorias del General O’Leary. Tomo XXII, 561. https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids%22%3A%5B%221yrjQ6kGmdL _dExPIDJHju7EZfvZiBaSl%22%5D%2C%22action%22%3A%22open%22%2C%22userId%22%3A%2211030289 3435148153229%22%2C%22resourceKeys%22%3A%7B%7D%7D 11. O’Leary 565. https://documentcloud.adobe.com/gsuiteintegration/index.html?state=%7B%22ids%22%3A%5B%221yrjQ6kGmdL_dExPIDJHju7EZfvZiBaSl%22%5D%2C%22action%22%3A%22open%22%2C%22userId%22%3A%2211030289 3435148153229%22%2C%22resourceKeys%22%3A%7B%7D%7D 12. Bolívar en Archivo General Francisco Santander.Tomo X-XII, 259. https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=njp.32101060836390&seq=1069&q1=Valer 13. Santander Tomo, XIV. 153https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=uc1.$b718348&seq=167&q1=Valero 14. Santander Tomo XV, 256https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=uc1.$b718348&seq=167&q1=Valero 15. Figueroa Loida, “Puerto Rico y el sueño bolivariano respect a la América Latina.” Revista Instituto de Cultura Puertorriqueña. Vol. 87. 42. 16. Mariano Abril, Un héroe de la Independencia de España y América. Puerto Rico: Real Hermanos, 1929. 225. 17. Abril. Un héroe 225. 18. Abril. Un héroe 225. 19. Valero, Antonio, Proclama. 1862. 20. Ponencia leída en el XVII Congreso Nacional y IV Internacional de Historia de Venezuela.