El 28 de diciembre de 1969 un grupo de integrantes de la Organización de los Young Lords de Nueva
York ocupó la Iglesia Metodista de la Avenida Lexington argumentando que la misma estaba cerrada durante toda la semana y que no daba servicios a la comunidad como se supone que hiciera la iglesia.
The First Spanish Church was chosen because it was right smack dead in the center of El Barrio. It’s a beautiful location right in the middle of the community that has consistently closed itself up to the community. It’s only open for a few hours each week and for the rest of the week it turns into one big brick that sits on 111th St. and Lexington. It’s not just the Young Lords or our political beliefs that they responded to—they don’t even deal with the anti-poverty organizations in the community.[1]
Esta acción estaba inspirada por una visión eclesiológica muy particular. No fue accidente que las acciones de la iglesia se llevaran a cabo en el contexto del nacimiento de la Teología de la Liberación. La Iglesia de la Gente fue fruto de dos principios fundamentales. En primer lugar, los Young Lords proponían adquirir el control de las instituciones comunitarias por parte del pueblo. Este control comunitario debería estar al servicio de los intereses de la gente. Esto significa que cualquier organización e institución que no estaba cumpliendo su deber de servir al pue
blo podría estar expuesta a ser controlada por la comunidad para que cumplieran con sus propósitos originales. En segundo lugar, la toma de la Iglesia estaba articulada a la luz de los desafíos que presentaba la nueva visión de la historia que promovía la Teología de la Liberación. Este proceso supuso un cambio de conciencia de lo que es la historia y un abandono de los principios dualistas que había servido de base para el establecimiento del cristianismo en América Latina. La nueva concepción de la historia postulaba que la revelación y la salvación eran acontecimientos históricos y no realidades supraterrenales. Al explicar el proceso por el cual los teólogos de América Latina respondieron a la crisis de la teología europea el Dr. Samuel Silva Gotay afirma que:
[l]a respuesta de los teólogos latinoamericanos es que la salvación en la religión bíblica trata de una salvación que se da en la única historia que existe y no en el más allá de la teología de influencia platónica; que la salvación es un proceso histórico que se da en la historia real, material y objetiva en que el hombre reproduce su vida material y espiritual mediante su organización económica, social, política y cultural.[2]
Al abandonarse el cielo por la tierra automáticamente se vuelcan las prioridades. El objetivo no era actuar para obtener un premio en el otro Mundo, sino para transformar el Mundo que nos rodea. Esta idea de la transformación del Mundo está relacionada con la dialéctica materialista que constituye el centro de la reflexión marxista de la época. En ese sentido cuando los Young Lords reclamaron el espacio de la Iglesia lo que hicieron fue articular en la práctica lo que se estaba reflexionando a nivel teórico. Si el espacio donde se tiene que transformar el Mundo es el mismo Mundo donde nos encontramos, entonces la obligación de los miembros de la iglesia es comprometerse con el cambio radical. Como resultado de la aceptación del carácter histórico de la salvación, entendida como liberación, el pecado es un concepto que se resume, de manera histórica como injusticia y que, por lo tanto, según Silva Gotay:
En vista de esa concepción historizada del pecado podemos advertir cómo se comienza a generalizar en los círculos teológicos la concepción de la salvación en términos de un proceso histórico de liberación. Liberación de la dependencia generada por el capitalismo imperialista y por la explotación de clases; liberación como proceso de toda la humanidad hacia la creación del hombre nuevo; y liberación final del pecado.[3]
Cuando la Organización tomó la Iglesia de la Avenida Lexington, Pablo “Yoruba” Guzmán afirmó, para el New York Times,[4] que lo que hacían estaba motivado por grandes sentimientos de amor. Incluso Yoruba citó una frase del Che Guevara: “la revolución está motivada por sentimientos de amor”.[5] La revolución es un acto de amor y ese acto de amor está relacionado con las formas en que las necesidades de los más pobres son servidas por el resto de la sociedad.[6] Cuando Pablo “Yoruba” Guzmán, como portavoz de los Young Lords, fue entrevistado por el New York Times dijo que ellos eran “uno con la revolución cubana”.[7]
La toma de la Iglesia de la Gente fue un evento importante en la historia de los Young Lords. En un artículo publicado en noviembre de 1970 en el periódico Palante de los Young Lords de Nueva York, David Pérez explica la eclesiología o la visión de la iglesia que tenían los Young Lords y que subyace a operaciones como la toma de la Iglesia de la Avenida Lexington.[8] Pérez comienza afirmando que tradicionalmente la religión ha sido utilizada para mantener a los pobres dentro de la opresión predicando un cielo en el más allá y la necesidad de ser no violentos y de someterse a los poderosos. Esta crítica refleja otras que se han hecho constantemente a las instituciones religiosas, incluso de la época. Luego el autor sostuvo que la Iglesia tenía como objetivo principal el servir a los pobres y que en ese servicio es donde se establecen las condiciones para que el contenido del mensaje predicado tenga sentido. Si la Iglesia tiene como objetivo servir a los pobres, que es parte de los principios que anuncia la Iglesia Católica Romana en el Sínodo de Medellín donde se asumió el papel de la Iglesia como institución de liberación, entonces esta institución es fundamental a la hora de comprender cómo es que se debe llevar a cabo el proceso de liberación.
David Pérez enfatizó la importancia del principio de control comunitario de las instituciones por medio de la promoción de un proyecto político de liberación que incluyera la integración de las necesidades comunitarias en los cambios institucionales. Este proceso es importante pues adopta un discurso liberador al servicio de la gente que fortalece el proyecto original de los Young Lords y que está al servicio de la autodeterminación de los pueblos. En la Ofensiva de la Iglesia de la Gente los Young Lords elaboraron la reflexión religiosa e ideológica más amplia y profunda de la época. Esta visión religiosa, que comenzó con la historia de José “Cha Cha” Jiménez en Chicago, adquirió un nivel de profundidad insospechado en las acciones de los Young Lords y en el impacto de estas en los proyectos de otras organizaciones. Este aspecto fue uno de las más importantes a la hora de comprender hacia dónde se dirigían los Young Lords como movimiento ideológico en esos momentos.
En diciembre de 1969, el periódico The New York Times comenzó a publicar una serie de artículos noticiosos sobre los Young Lords que conformaron de manera general las representaciones públicas que se hicieron de la organización. El periódico, entre 1966 y 1968, publicó una serie de artículos sobre las Panteras Negras que sirvieron de modelo para la manera en que la organización de los Young Lords fue entendida en dicho medio.[9]
En la primera noticia que el periódico publicó sobre los Young Lords se reseñó la toma de la Iglesia Metodista de Lexington que se había llevado a cabo el día 30 de diciembre de 1969.[10] Lo primero que hizo el autor de la columna fue afirmar que los Young Lords eran un grupo de jóvenes militantes. De hecho, el concepto del militante es repetido en varias ocasiones en el artículo. Primero afirmó que los militantes sirvieron desayunos, proveyeron servicios médicos e impartieron clases de historia para otros jóvenes del barrio. Cuando hizo referencia a la comunidad de la cual eran parte los Young Lords señaló que eran del vecindario que ellos llamaban el Barrio. Según la noticia los jóvenes militantes tomaron la Primera Iglesia Metodista Hispana y la llamaron “La Iglesia de la Gente”.
Una entrevista Pablo “Yoruba” Guzmán destacó la imagen del revolucionario como un grupo de jóvenes de habla calmada, inteligentes y creativos en contraste con las representaciones de revolucionarios alborotosos y violentos. En esa misma conversación Guzmán afirmó “we are one with the cuban revolution”.[11] Esa afirmación, y la alusión al Che Guevara cuando hizo referencia a la idea de que el revolucionario estaba inspirado por sentimientos de amor, es lo que coloca a los Young Lords en la mirilla de las autoridades. De hecho, en el 1976 un informe del Comité de lo Judicial del Senado de los Estados Unidos indicó que la motivación para investigar a los Young Lords era que se pensaba que la Organización estaba controlada por Cuba y eran considerados una amenaza por ser agentes cubanos.[12] Es importante que comprendamos las referencias a la Revolución Cubana porque se hicieron en medio de la toma de la Iglesia que era frecuentada principalmente por cubanos del exilio.
El artículo afirma que un grupo de jóvenes entonaron cantos tales como “todo el poder para el pueblo” (“All power to the people”), que era un lema clásico del movimiento del Poder Negro que se había iniciado en 1966 con la proclama de Stockley Carmichael, de origen caribeño, quien en un discurso afirmó que ellos querían el Poder Negro. Ese mismo movimiento fue el que será representado con la imagen de las Panteras Negras de California que para esa época ya se habían extendido hasta Nueva York y otras áreas de los Estados Unidos. Otro canto que afirma el periodista se escuchaba en los salones era “We shall overcome”, un canto tradicional del movimiento de los Derechos Civiles. La letra del cántico proviene de las filas de negros esclavos del sur que lo entonaban en medio del trabajo diario. El 26 de febrero de 1965, en el Templo de Israel de Hollywood, Martin Luther King pronunció las siguientes palabras como parte de un sermón titulado “We Shall Overcome”.
With this faith, we will be able to hew out of the mountain of despair a stone of hope. With this faith, we will be able to transform the jangling discords of our nation into a beautiful symphony of brotherhood. With this faith, we will be able to speed up the day. And in the words of prophecy, every valley shall be exalted. And every mountain and hill shall be made low. The rough places will be made plain and the crooked places straight. And the glory of the Lord shall be revealed, and all flesh shall see it together.[13]
Las palabras citadas reflejan los principios y orientación de la Teología de la Liberación, la misma concepción de la historia y la forma de referirse al futuro como experiencia de liberación dentro de la historia. Por otra parte, el uso del canto en la toma de la Iglesia del Pueblo indica la presencia e influencia del movimiento de los Derechos Civiles en la Organización de los Young Lords. Este aspecto ha sido bastante descuidado en la historiografía de la Organización de los Young Lords, las influencias del movimiento tradicional de los Derechos Civiles, desde 1954 hasta 1968, entre la decisión de Brown v. Board hasta el asesinato de Martin Luther King. La presencia de este himno en la toma de la Iglesia de los Young Lords de Nueva York es sorprendente porque indica la presencia de una influencia que conectaría a la Organización con el movimiento de derechos civiles. También indica la presencia en 1969, de un legado relacionado con la memoria de Martin Luther King.
Por otro lado esta referencia cultural también es importante ya que la Organización en Chicago, en la primera edición del periódico YLO, mencionó el legado de Martin Luther King y de Malcolm X asumiendo el del segundo y denunciando el del primero como uno que se adaptaba mejor a los intereses de la supremacía blanca y por lo tanto al poder hegemónico.[14] En esta columna se hizo alusión a la celebración que realizó la comunidad negra de la memoria de Malcolm X en Chicago mientras, a su vez, las estructuras de poder dedicaban una parte de la biblioteca municipal a la memoria de Martin Luther King.[15] Frente a este hecho el artículo afirma que “the fact that the White power structure that opposed him in life can honor Dr. King in death is perhaps indicative of the shortcomings of his ideology”.[16] Por esa razón la referencia al himno “We Shall Overcome”, es tan importante en la noticia sobre la toma de la Iglesia en Nueva York. Este hecho aparentemente contradice la manera en que se ha presentado a los Young Lords que pretende adoptar solamente el legado de Malcolm X frente al posible legado de Martin Luther King. Esa historia podría incluso, ser una doble representación de la Organización para diferentes audiencias. Por un lado, el intento de adoptar el legado de Malcolm X, por medio de la retórica revolucionaria dirigida a las comunidades negras y más radicales, y la referencia al legado de Martin Luther King con el fin de legitimar sus luchas y su propia existencia. De cualquier manera, parecería que el primer intento de representar o construir una imagen de los militantes puertorriqueños que habían tomado la Iglesia de la Avenida Lexington fue un éxito.
La imagen que se comenzó a construir en el artículo del 30 de diciembre de 1969 fue modificada en el artículo del día 31 de diciembre de 1969. En el mismo se cuenta cómo el Superintendente de la Iglesia Metodista de Nueva York intentaba sacar por la fuerza a los Young Lords quienes, según el artículo, habían “interrumpido los servicios y demandado espacio para conducir el programa de desayunos gratis”.[17] Según el artículo el superintendente de los metodistas afirmó que, aunque coincidía con el reclamo de los Young Lords de que la Iglesia tenía que responder mejor a los reclamos sociales no podía, por otro lado, condonar la interrupción del servicio divino ya que toda institución tenía derecho a decidir su propia política.[18]
El 3 de enero de 1970, el New York Times reportó que los Young Lords recibieron una orden para abandonar los predios de la iglesia de la Gente en Lexington Avenue. La respuesta de los Young Lords fue que “ya todo se ha hablado y nos quedamos”.[19] Esas palabras de Pablo “Yoruba” Guzmán, el portavoz de los Young Lords, resumen la actitud general del grupo ante la orden del tribunal. “La primera responsabilidad de la Iglesia es con el pueblo”,[20] afirmaron los Young Lords por medio de panfletos que fueron repartidos en las comunidades como una manera de propaganda dirigida a justificar la toma de la Iglesia. Mientras que los oficiales de la Iglesia argumentaban que tenía derecho, por la orden del Tribunal, a sacar a los Young Lords de la misma el abogado de la Organización afirmaba que los Young Lords no tenían que salir de la Iglesia pues la Iglesia no estaba cumpliendo con sus obligaciones religiosas. Según el artículo el Juez dijo que la toma de los predios de la Iglesia era ilegal, aunque fuera por razones meritorias, pues impiden el libre ejercicio de la fe de los parroquianos y por otro lado porque dicha toma violaba la santidad del lugar sagrado de la Iglesia.
En una escalada de la confrontación entre los Young Lords y las autoridades eclesiales el día 4 de enero de 1970 el New York Times informó que los militantes de los Young Lords no abandonarían la Iglesia de la Gente hasta que la policía no los arreste u obligue a salir de la misma.[21] El artículo señala que los Young Lords, por voz de Juan González quien era su ministro de educación y salud, afirmó que no saldrían de la iglesia hasta que accediera a permitir que los Young Lords manejaran un programa de desayunos gratuitos para niños de la comunidad desde sus predios. En este artículo es donde por primera vez se relaciona a los Young Lords con el Partido de las Panteras Negras. Según el periodista los Young Lords “fashion themselves as a kind of Puerto Rican equivalent to the Black Panthers”.[22] Este cambio en la representación de los Young Lords conectados, ahora, a las Panteras Negras implica un cambio de política, por vía de la representación, hacia los mismos.
Las acciones de los Young Lords no recibieron apoyo sólo de sectores radicales, sino que dentro de las mismas iglesias muchos sectores se manifestaron a favor de que no se procesara a los Young Lords por la toma de la Iglesia ya que sus objetivos estaban de acuerdo a los fines que debería perseguir la iglesia en ese momento. Incluso el pastor Carranza, quien se oponía a las políticas de los Young Lords, admitió que había intentado lograr que la comunidad tuviera un mayor compromiso social. El 8 de enero de 1970, el periódico publicó una noticia acerca del arresto de 105 integrantes de los Young Lords y el abandono de las facilidades de la Iglesia de la Gente o la Iglesia Metodista de la Avenida Lexington. La noticia incluyó una nota sobre el levantamiento de un “sit-in” de seminaristas blancos en la Junta de Misiones Metodistas en apoyo a los Young Lords.[23] Los Young Lords, luego del arresto, fueron llevados ante el juez Saul S. Streit quien les requirió prometer que no volverían a ocupar el edificio de la Iglesia Metodista de la Avenida Lexington. Todos los integrantes arrestados aceptaron hacer la promesa y fueron liberados sin finanza excepto Felipe Luciano y Pablo “Yoruba” Guzmán, quienes no quisieron hacer la promesa y se les impuso una fianza de quinientos dólares.[24] Como reacción al arresto de los Young Lords, el 11 de enero de 1970 varios miembros de los Young Lords interrumpieron los servicios religiosos en al menos seis Iglesias Metodistas del área.[25] Los que participaron promovieron el mensaje de apoyo a los Young Lords y la obligación que tiene la iglesia de responder a las necesidades de la comunidad a la que están sirviendo. Ese mismo día Pablo Guzmán y Felipe Luciano llegaron a la Iglesia Metodista de la Avenida Lexington. Cuando el servició terminó el pastor Humberto Carranza anunció que la Iglesia operaría un centro de cuido y un programa antidrogas. Felipe Luciano se puso de pie y le advirtió que eso no era suficiente. Luego de la salida del Pastor y los miembros de la Iglesia los Young Lords se quedaron con otro grupo de integrantes para discutir los fines de la organización y el papel de la iglesia en las comunidades de la diáspora puertorriqueña.
El 14 de enero se anunció la visita de Monseñor Antulio Parrilla, obispo de la Iglesia Católica de Puerto Rico que era identificado como líder a favor de la independencia de Puerto Rico y quien se había destacado en su lucha contra el servicio militar obligatorio. Parrilla fue invitado por un grupo de militantes contra la Guerra de Vietnam, Clérigos y Laicos preocupados por la Guerra. Luego de su participación en las actividades del grupo Parrilla sostuvo una reunión con los Young Lords, quienes estaban discutiendo el impacto de los arrestos en sus comunidades, y participó de una actividad de la Organización. Los Young Lords anunciaron su apoyo a las palabras de Parrilla sobre el servicio militar en un comunicado de prensa.[26]
La presión sobre la Iglesia Metodista para que dejara sin efecto los cargos contra los integrantes de los Young Lords, que incluyó el reclamo de ochenta integrantes de diferentes cuerpos directivos y organizaciones religiosas de Estados Unidos, tuvo el efecto de motivar un proceso de negociación para terminar con las acusaciones.[27] Hernán Badillo, quien era presidente del Condado del Bronx intervino como mediador entre los Young Lords y la Iglesia Metodista.
El 25 de febrero de 1970 el periódico New York Times anunció que los Young Lords habían logrado un acuerdo con la Iglesia Metodista para que se retiraran los cargos en contra de los integrantes de la Organización a cambio de que se organizara un cuido de niños en la Iglesia de la Avenida Lexington, comenzaron a operar un programa contra la adicción y organizaron un programa de asistencia de vivienda.
Contempt of court charges against 105 members of the Young Lords were dropped yesterday after the militant Puerto Rican group reached agreement with the city and an East Harlem church to establish a day care center in the church.
Resolution of the bitter dispute, which involved an 11‐day occupation of the First Spanish Methodist Church and mass arrests of the self‐styled revolutionaries, was the first case handled by the Board of Mediation for Community Disputes.[28]
El programa de desayunos gratuitos que los Young Lords solicitaron no se concedió y Felipe Luciano denunció que el asunto básico, el control comunitario de las instituciones, no se había resuelto. “Despite tile mollifying language of the agreement, Felipe Luciano, state chairman of the Young Lords, said after the charges had been dropped that “the basic issues—the community control of institutions— are not settled.”[1]
FIN
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El Dr. Francisco J. Concepción obtuvo un doctorado en Teología Pastoral en la Universidad Interamericana de Puerto Rico y un doctorado en Historia de Puerto Rico y el Caribe del Centro de Estudios Avanzados. Estudió Derecho en la Universidad de Puerto Rico y obtuvo una Maestría en Estudios Legales Internacionales del Washington College of Law en Washington DC. Actualmente es Catedrático Asociado de la Universidad Interamericana y dicta cursos en Derecho Internacional. Ha trabajado como abogado de inmigración desde el 2002. Sus intereses académicos rondan los temas de la religión, teología, derecho internacional, inmigración y teoría decolonial.
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BIBLIOGRAFÍA
[1] Robert E Tomasson, “Contempt Charges Are Dropped As Lords Reach Church Accord”, New York Times, 25 de febrero de 1970, 36.
[1] Interview with Yoruba, Minister of Information, Young Lords Organization, Regarding Confrontation at the First Spanish Methodist Church in El Barrio (Spanish Harlem) (From the National Council of the Churches of Christ in the United States of America Communication Center file on the Young Lords, 1970)
[2] Samuel Silva Gotay El Pensamiento Cristiano Revolucionario en América Latina y el Caribe (Río Piedras: Editorial Gaviota, 2018), 85.
[3] Silva Gotay, El Pensamiento, 101.
[4] Arnold Lubash, “Young Lords give Food and Care at Seized Church”, New York Times, December 30th, 1969.
[5] La cita completa de Guevara es: “El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad. Nuestros revolucionarios de vanguardia tienen que idealizar ese amor a los pueblos, a las causas más sagradas y hacerlo único, indivisible. No pueden descender con su pequeña dosis de cariño cotidiano hacia los lugares donde el hombre común lo ejercita.
Hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.” Carta «El Socialismo y el hombre en Cuba», enviada a Carlos Quijano, editor del semanario uruguayo Marcha, y publicada el 12 de marzo de 1965. Tomado de Periódico Granma, 21 de octubre de 2018 en http://www.granma.cu/mundo/2018-10-21/el-revolucionario-verdadero-esta-guiado-por-grandes-sentimientos-de-amor-21-10-2018-19-10-55
[6] La imagen de un Dios parcializado a favor de los pobres y oprimidos es el resultado de la transformación de la fe cristiana bajo la influencia de la Teología de la Liberación. Silva Gotay sostiene que esa imagen supone la idea de “un Dios ya comprometido y parcializado en favor de los pobres y oprimidos”.
[7] Arnold Lubash, Young Lords give Food and Care at Seized Church, New York Times, December 30th, 1969.
[8] David Pérez, “The People and the Church”, Periódico Palante Vol. 2, Número 15, 20 de noviembre de 1970, 6.
[9] “Armed negroes protest gun bill”, The New York Times, 3 de mayo de 1967; “Sol Stern, “The Call of the Black Panthers”, The New York Times, 6 de Agosto de 1967; Lawrence D. Davies, “Black Panthers Denounce Policemen”, The New York Times, 13 de abril de 1968.
[10] Arnold Lubash, “Young Lords give Food and Care at Seized Church”, New York Times, December 30th, 1969.
[11] Arnold Lubash, Young Lords give Food and Care at Seized Church, New York Times, December 30th, 1969.
[12] Subcommittee to Investigate the Administration of the Internal Security Act and other Security Laws, The Puerto Rican Revolutionary Workers Organization (Washington DC: U.S. Government Printing Office, 1976)
[13] La grabación del sermón se hizo pública por primera vez en el año 2007. El mismo puede ser escuchado en el siguiente enlace: https://www.npr.org/templates/story/story.php?storyId=6843464?storyId=6843464
[14] “Honor Malcolm”, YLO Vol. 1, Número 1, 19 de marzo de 1969, 2.
[15] “Honor Malcolm”, YLO Vol. 1, Número 1, 19 de marzo de 1969, 2.
[16] YLO, Honor Malcolm, 2.
[17] “Church seeks writ to bar Young Lords”, NYT, 31 de diciembre de 1969.
[18] “Church seeks writ to bar Young Lords”, NYT, 31 de diciembre de 1969.
[19] “Young Lords Defy Take-Over Order”, NYT, January 3rd, 1970. 8.
[20] “Young Lords Defy Take-Over Order”, NYT, January 3rd, 1970. 8.
[21] Militants vow to continue protest at Harlem Church, NYT, 4 de enero de 1970.
[22] Militants vow to continue protest at Harlem Church, NYT, 4 de enero de 1970.
[23] Michael T. Kaufman, “105 Members of Young Lords Submit to Arrest”, New York Times, 8 de enero de 1970.
[24] “Bail Set for Two Young Lords refusing to Pact”, New York Times, 10 de enero de 1970.
[25] “Young Lords Mar Services, Including East Harlem”, The New York Times, 12 de enero de 1970, 17.
[26] “Bishop assails Chaplain System”. New York Times 14 de enero de 1970, 10.
[27] “84 church aides plead for Lords”, New York Times, 24 de enero de 1970, 40.
[28] Robert E Tomasson, “Contempt Charges Are Dropped As Lords Reach Church Accord”, New York Times, 25 de febrero de 1970, 36.
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[…] The First Spanish Church was chosen because it was right smack dead in the center of El Barrio. It’s a beautiful location right in the middle of the community that has consistently closed itself up to the community. It’s only open for a few hours each week and for the rest of the week it turns into one big brick that sits on 111th St. and Lexington. It’s not just the Young Lords or our political beliefs that they responded to—they don’t even deal with the anti-poverty organizations in the community.[1] […]