Introducción
El objetivo de este breve ensayo es discutir, de modo general y conceptual, el impacto del neoliberalismo en la Universidad de Puerto Rico (UPR) y las posibilidades hacia el futuro. La fase neoliberal que actualmente vivimos cumple cerca de 50 años, dependiendo de la fecha que se marque como el inicio de esta. Durante las últimas cinco décadas, los gobiernos del mundo han gravitado hacia políticas basadas en un ideal de “estado mínimo y libre mercado”. En Estados Unidos la ideología neoliberal fue abrazada efusivamente por ambos partidos dominantes. Similarmente, desde la década de 1990 el gobierno de Puerto Rico aceleró su gravitación hacia las ideas y políticas neoliberales. En la práctica, esto generalmente consistió en promover la privatización y la desregulación lo más posible, junto a llevar el empleo público, el gasto público, y la asistencia social a los números más bajos posibles. Todo lo anterior basándose en una fe ciega en las fuerzas del mercado.
Entre los resultados del neoliberalismo se destacan: 1) tasas de crecimiento menores a las del período dorado del capitalismo entre 1945 y 1973; 2) la Gran Recesión y Crisis Financiera 2007- 08; 3) un aumento en la desigualdad entre países y al interior de los países; 4) una peligrosa escalada de la crisis climática; y 5) la irónica contradicción económica donde el gobierno insignia del neoliberalismo, Estados Unidos, tiene la economía más rica del mundo y a su vez tiene indicadores de desarrollo humano (ej. esperanza de vida, educación, movilidad social) vergonzosamente inferiores a los de países europeos.
No obstante, el marco neoliberal sigue encuadrando la toma de decisiones políticas, y muchos aún defienden la fe en los mercados. Esta fe fue disfrazada de ciencia con los abstractos modelos matemáticos de la teoría económica neoclásica, también conocida como «economía estándar» o mainstream. Este marco teórico surgió en Inglaterra a finales del siglo XIX, y fue el fundamento sobre el cual se construyó el marco institucional neoliberal durante las últimas décadas del siglo XX. Los postulados de la economía estándar son un buen punto de partida para entender las ideas neoliberales, y de allí partir para discutir el impacto que han tenido en la UPR.
La Universidad Neoliberal
En lugar de comunidades o clases sociales, el economista estándar asume que la sociedad está compuesta principalmente de consumidores y empresas, quienes interactúan a través de mercados. Además, basándose en cuestionables modelos abstractos, el economista estándar concluye que los mercados son eficientes y efectivos para maximizar el bienestar, tanto de los consumidores como de las empresas. Dentro de este marco teórico, casi todo se puede concebir como un bien o una mercancía, la cual los consumidores pueden comprar y las empresas pueden vender. Por tanto, si los mercados son eficientes y efectivos para maximizar el bienestar social, mientras más objetos y procesos se conviertan en mercancías que pueden ser compradas y vendidas en el mercado, mejor aún, diría el economista estándar.
Para este tipo de economista, el ánimo de lucro provee el mejor incentivo para que las empresas sean eficientes. Por tanto, también concluyen que las empresas privadas serán en general más eficientes que las empresas públicas. Finalmente, según ellos, la superioridad de las empresas privadas sobre las públicas se verá reflejada en varios aspectos, incluyendo sus decisiones sobre los precios a los que venden sus bienes.
Bajo el neoliberalismo la educación se concibe como una mercancía, la universidad como una empresa, y el estudiantado como el consumidor. En el caso de la UPR, la pregunta que se hace el economista estándar es si, a pesar de ser pública, es tan eficiente como las universidades privadas. El procedimiento estándar es comparar los precios de las matrículas entre las universidades del país, y al ver que el precio es mayor en las universidades privadas, concluyen que la UPR está comportándose de forma ineficiente, ya que cobra por debajo del precio de mercado. Este ha sido uno de los argumentos a favor del aumento constante del costo de matrícula durante la última década, y con el que se justifica la propuesta de continuar aumentando.
¿Cómo podría cambiar la conclusión si no se asume a priori que lo privado es más eficiente que lo público? ¿o si en lugar de usar precios como reflejo de eficiencia se estudiaban tasas de graduación y retención? ¿Y si se estudiaba los ingresos o tasas de empleo de egresados y egresadas de diferentes universidades? ¿Cómo podría cambiar la conclusión si se partiera de la premisa de que la educación no se debe considerar una mercancía para la venta, sino un derecho universal?
En otras palabras, aun si los tecnócratas y los políticos de forma bien intencionada intentan tomar decisiones de forma pragmática y objetiva en base a los datos, la ideología neoliberal juega un enorme rol en las conclusiones a las que se llega por medio de los postulados desde los cuales se comienza la conversación. Otro marco teórico con otros postulados potencialmente hubiese llevado a preguntas, conclusiones y políticas diferentes. Posiblemente, la conclusión hubiese sido
que la UPR es una de las mejores universidades del Caribe, que la misma no tiene porqué usar de referente los precios de universidades privadas, y, además, que el costo de la matrícula se debe reducer a cero con el fin de aumentar su asequibilidad.
Siendo justos, el economista estándar reconoce que la educación juega un rol importante en la sociedad. En su marco teórico, la educación es inversión en “capital humano”, que a su vez estimula el crecimiento económico. Además, reconocen que la educación puede generar lo que ellos llaman “externalidades positivas”, refiriéndose a que la educación suele tener un efecto derrame con diversas ramificaciones positivas en la sociedad. Por esta razón, no tienen una objeción mayor a que gobiernos inviertan en universidades públicas, siempre y cuando esa inversión pública también consista en una cantidad “eficiente”.
En este caso, el referente con el que se debe comparar para estudiar si el gobierno de Puerto Rico invierte una cantidad eficiente en la UPR es el gobierno insignia del neoliberalismo: Estados Unidos. Al complementarse con la ideología estadista en Puerto Rico, la visión que predomina en el gobierno local es que debemos usar de “benchmarks” o referentes las cifras y características observadas en los 50 estados si queremos ser eficientes y exitosos. Lo que las universidades públicas en Estados Unidos reciben de apoyo financiero de sus respectivos gobiernos estatales representa una menor porción de sus presupuestos respecto al caso de la UPR. Por tanto, según el economista estándar, a la UPR se le está dando demasiado dinero desde el gobierno y/o no está generando suficientes recaudos por otras vías (como por ejemplo recaudación de donativos y nuevamente, el cobro de matrícula). En gran medida, este precisamente ha sido uno de los argumentos a favor de los recortes a la UPR, y con el que se justifica no reponerlos.
Sin embargo, el formato de la educación superior en Estados Unidos ha provocado una profunda crisis de deuda estudiantil con severas consecuencias económicas para esa nación en el corto y largo plazo. A su vez, según los datos más recientes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, existe sobre una docena de países con mejores indicadores de educación que Estados Unidos, encabezados por Islandia, seguido por Alemania, Nueva Zelanda, Noruega, Dinamarca y Finlandia. 2 ¿Cuál hubiera sido la conclusión si se usaba de referente un análisis comparativo de estos otros países? Nuevamente, es evidente que la ideología neoliberal juega un enorme rol en las conclusiones a las que se llega en la toma de decisiones; y que otro marco teórico, con otros postulados, potencialmente hubiese llevado a preguntas, conclusiones y políticas diferentes. La hegemonía de la lógica neoliberal implica que posiblemente hubiese hecho poca diferencia cuál
de los dos partidos dominantes en el bipartidismo puertorriqueño controlaba la gobernación o la legislatura, o si el Congreso nos imponía o no una Junta de Supervisión. El marco neoliberal empuja la tecnocracia en una misma dirección.
No obstante, se debe hacer énfasis en que no solo se trata de una lucha de ideas, ya que todo lo anterior se da en un contexto donde clases sociales y grupos políticos dominantes se lucran del actual arreglo neoliberal, y lo defienden vehementemente. La comunidad universitaria de la UPR históricamente ha jugado un importante rol de fiscalización, sobre todo a estos grupos políticos. A través de sus diversas voces, la universidad genera señalamientos y críticas constructivas ante las deficiencias del aparato gubernamental y su pobre toma de decisiones. Mientras, hay ganancias millonarias por hacerse vendiendo educación como mercancía, sobre todo cuando hay Becas Federales Pell en el panorama. El sabotaje presupuestario orquestado contra la UPR desde 2013 no solo ha debilitado una de las instituciones y voces más críticas en la conversación nacional, sino que además ha propiciado un espacio donde universidades privadas con (de jure o de facto) ánimo de lucro han ganado terreno capturando un mayor porcentaje de nuestros jóvenes en su depredación. Esto implica que cambiar la actual trayectoria no solo requiere ganar el debate de ideas y marcos teóricos. También requiere transformar la dinámica política que ha permitido al capital foráneo, la burguesía criolla y los grupos políticos lucrarse excesivamente con el neoliberalismo. De lograrse lo anterior, ¿hacia dónde podría moverse la UPR? ¿Qué rol puede jugar en la reconstrucción socioeconómica de Puerto Rico?
La Universidad Progresista
No todos los gobiernos se dejaron enamorar de la misma manera por el neoliberalismo. Algunos gobiernos lograron resistir la ola neoliberal mejor que otros. Uno de los lugares donde más se ha resistido el empuje neoliberal es la región nórdica, compuesta de Suecia, Noruega, Islandia, Finlandia y Dinamarca. Se debe aclarar que en varios aspectos la era neoliberal tuvo su impacto en estos países socialdemócratas, y algunas de sus políticas económicas se han movido hacia la derecha durante las últimas cinco décadas. No obstante, a su vez no cabe duda de que ha sido una de las regiones donde relativamente menos avances logró el neoliberalismo, ya que preservaron una dinámica donde el estado tiene un rol proactivo en la economía, las uniones son predominantes y tienen espacio para participación en los procesos políticos y económicos, y en general se ha protegido el carácter universal de la educación y la salud.
Como se mencionó anteriormente, en los indicadores de educación los países nórdicos suelen encabezar las listas. Incluso, estos países además encabezan las listas de indicadores de calidad de vida, salud, y equidad de género. 4 Aunque las características socioeconómicas de la región nórdica son sumamente distantes a las de una colonia caribeña, estudiar su enfoque y resultados nos puede brindar muchas lecciones e ideas. Como se ha mencionado, en los países nórdicos se
concibe la educación como un derecho universal, y en general las universidades públicas son gratuitas para la ciudadanía. El carácter universal de la educación superior ha sido uno de los factores que ha convertido a los países nórdicos en la región con la mayor movilidad social del mundo. Estados Unidos, en cambio, es la economía avanzada con peor movilidad social. 5 En otras palabras, las probabilidades de que jóvenes provenientes de hogares pobres logren salir de la pobreza durante su adultez son significativamente más altas en los países nórdicos comparado a países más neoliberales como Estados Unidos. Dada la altísima tasa de pobreza infantil en Puerto Rico (cerca del 60% ), este hallazgo es importante para nuestro caso.
Por otro lado, los países nórdicos también nos brindan lecciones sobre el rol que pueden jugar las universidades públicas en el desarrollo económico. Según la teoría económica estándar y la ideología neoliberal, los gobiernos en economías pobres (“en vías de desarrollo”), deben asumir un rol pasivo, limitándose a asegurar un ambiente conducente al crecimiento económico con permisología ágil, pocas regulaciones, e infraestructura adecuada. Sin embargo, la evidencia histórica sugiere que las economías que han tenido éxito en dar el salto de la pobreza a desarrollo son precisamente las que no siguieron la recomendación neoliberal. Se ha desarrollado una amplia literatura sobre “política industrial”, que documenta que las naciones más exitosas en términos socioeconómicos han sido aquellas donde los gobiernos han logrado implementar políticas efectivas para fortalecer empresas nativas en industrias estratégicas y para promover la
innovación tecnológica. La “política industrial” varía de país en país, ya que cada uno tiene condiciones distintas, y ciertas industrias podrían ser estratégicas para uno pero no necesariamente para otros. El denominador común es el rol proactivo del gobierno para identificar las industrias estratégicas y dar pasos concretos para promover que el capital nativo se desarrolle en las mismas. En este proceso, las universidades públicas han jugado un papel importante.
Por ejemplo, en Suecia se plantea que el gobierno, las empresas nativas y las universidades son las “tres hélices” de la innovación y el desarrollo económico. En pocas palabras, tanto en Suecia como en los demás países nórdicos, se prioriza establecer vínculos entre gobiernos, universidades públicas, y empresas nativas para trabajar en unísono a fin de desarrollar la economía local. En el caso de Puerto Rico, la UPR tiene un enorme potencial para participar de esta forma en una estrategia de política industrial y desarrollo económico.
Por ejemplo, la industria biomédica y la industria aeroespacial se han destacado como industrias donde Puerto Rico tiene potencial de insertarse mejor. El gobierno podría promover iniciativas conjuntas entre las agencias relevantes, capital nativo, la facultad de ingeniería y la facultad de artes y ciencias del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), para delinear y promover los cursos de acción necesarios para que Puerto Rico pueda desarrollarse en estas dos industrias. La facultad de ciencias agrícolas del RUM y el Recinto de Utuado pueden ser hélices importantes en el rescate de nuestra agricultura y soberanía alimentaria. Los departamentos de economía de los recintos de la UPR pueden contribuir al análisis de cuáles podrían ser otras industrias con potencial para nuestro capital nativo. Los programas de administración de empresas pueden jugar un rol de incubadoras y aceleradoras de negocios puertorriqueños. De hecho, el Centro de Negocios y Desarrollo Económico del RUM hace precisamente esto. En el recinto de Río Piedras, la escuela graduada de administración pública puede asistir en rescatar nuestras instituciones públicas para que sean más transparentes y efectivas, y la escuela graduada de planificación puede asistir en lograr que nuestra planificación urbana, socioeconómica y ambiental sea coherente, bien pensada, y sostenible en términos ecológicos. Finalmente, la experiencia investigativa del sistema UPR sugiere que en general puede jugar un rol central en la innovación tecnológica como palanca de desarrollo.
Sin embargo, el potencial de la UPR para jugar un rol mayor en el desarrollo económico de Puerto Rico es socavado por el sabotaje presupuestario que la institución ha sufrido desde principios de la década de 2010. La experiencia económica de otros países, junto a los problemas estructurales de la economía puertorriqueña, sugieren que lo recomendable es que el gobierno invierta agresivamente en la UPR, fortaleciendo su presupuesto, para que la institución pueda contribuir a la movilidad social, la reducción de la pobreza, y el desarrollo económico del país.
La Universidad Radical
Al extremo opuesto de la economía estándar se encuentra la Economía Política Radical. Esto se refiere a la amplia tradición de pensamiento económico que incluye aportes de la economía marxista, la macroeconomía heterodoxa, la economía feminista y la economía ecológica. La Economía Política Radical resalta que, a pesar de que los países nórdicos resistieron la ola neoliberal mejor que otras regiones, ciertamente siguieron siendo economías capitalistas, donde la mayoría de los recursos económicos de estas naciones están en manos privadas que los utilizan con el objetivo primordial de maximizar sus ganancias individuales. Estos países no son ajenos a las crisis económicas, y como en muchas partes de Europa, la xenofobia ha fortalecido movimientos políticos conservadores y fascistas. Los problemas intrínsecos a cualquier
economía de mercado siguen latentes, y se vive con la constante amenaza de una victoria electoral de la derecha que podría desmantelar el marco institucional “socialdemócrata” para moverse hacia el neoliberalismo. En fin, según la Economía Política Radical, debemos pensar cómo podemos movernos en dirección a un modelo poscapitalista, más justo, democrático, y sostenible (tanto en términos políticos como ecológicos) que la economía actual.
Conjeturar el funcionamiento de un futuro sistema poscapitalista es un ejercicio que siempre carga ciertos aspectos especulativos. Precisamente por eso, Marx y Engels acusaron a los socialistas franceses de ser utópicos en lugar de científicos, y se rehusaron a especular sobre la logística del comunismo. 8 No obstante, esto no implica que no podamos conversar sobre los elementos que nos gustaría observar en una futura economía, mejor que la que tenemos actualmente. ¿Debe ser una economía profundamente democratizada desde la gestión de la política económica nacional hasta el funcionamiento interno de la empresa? ¿La economía a la que aspiramos dejará de sustentar estructuras y procesos sistemáticamente racistas o patriarcales como lo hace la actual? ¿Será ecológicamente sostenible? ¿Ofrecerá una verdadera y profunda igualdad de oportunidades a cada persona? Esta es una conversación importante. Aunque se debe evitar el ejercicio de especulación utópica sobre la minucia, es útil tener una idea general de hacia dónde queremos que el marco institucional de la economía evolucione. Como plantea el sociólogo Olin Wright, la idea es tener, no un mapa, pero sí una brújula que nos guíe en nuestro actuar. 9 La UPR es una institución idónea para liderar esta conversación. Además, la UPR puede impulsar instituciones que, en el presente y con el apoyo necesario, podrían ser semillas de un futuro poscapitalista. Resalto tres áreas con potencial transformador hacia el futuro donde la UPR puede jugar un rol.
Se ha desarrollado una amplia literatura sobre las cooperativas de trabajo, y su superioridad a la empresa capitalista tradicional en asuntos como productividad, ingresos, responsabilidad social y ambiental, y estabilidad y satisfacción laboral. En Puerto Rico, orgánicamente han surgido más de cincuenta cooperativas de trabajo alrededor de la isla y llevando a cabo diversas actividades económicas. Puerto Rico ya cuenta con una Comisión de Desarrollo Cooperativo, una Liga de Cooperativas, y un Instituto de Cooperativismo en la UPR. Desde el gobierno se podrían fortalecer estas instituciones con el objetivo explícito de lograr que las cooperativas de trabajo jueguen un papel mayor en el empleo y la producción nacional, y que sean un vehículo para reducir la pobreza y la desigualdad en Puerto Rico. Diferentes ramas de la UPR, incluyendo el Instituto de Cooperativismo y además departamentos de economía y facultades de administración de empresas, pueden jugar un papel importante en el diseño y la implementación de iniciativas para fortalecer el cooperativismo de trabajo.
Similarmente, en Puerto Rico hay una gran diversidad de organizaciones y comunidades que están practicando una economía alternativa, basada en la solidaridad, la gestión democrática y participativa, la perspectiva de género, y la sostenibilidad ecológica. Estos modelos los podemos agrupar bajo el término sombrilla de “economía solidaria”, y organizaciones como la Red de Economía Social y Solidaria 10 ya están llevando a cabo el urgente trabajo de visibilizar y
conectar estas iniciativas. Nuevamente, facultades y departamentos de ciencias sociales, economía, y administración de empresas de la UPR pueden jugar un papel importante estudiando y apoyando la economía solidaria para que juegue un mayor rol en el empleo y la producción nacional.
Finalmente, otro hallazgo de la literatura de política industrial mencionada anteriormente se relaciona con la importancia de la calidad y efectividad de las instituciones públicas para el desarrollo económico y social. Según los indicadores de gobernanza del Banco Mundial, Puerto Rico tiene uno de los gobiernos menos efectivos del mundo 11 . Indiferentemente del hallazgo del Banco Mundial, para la mayoría de la población en Puerto Rico es más que evidente que nuestro
gobierno no es transparente ni efectivo. Rescatar nuestras instituciones públicas de la corrosividad del partidismo es urgente. Sin embargo, este rescate podría estar acompañado de repensar lo que consideramos democracia y cómo la practicamos. Por ejemplo, alrededor del mundo se han observado ejercicios de presupuesto participativo con resultados sumamente interesantes. Los presupuestos participativos pueden ser la base para una nueva dinámica donde las comunidades tengan un mayor rol determinando cómo se utiliza el presupuesto de sus respectivos municipios. Facultades de ciencias sociales y administración pública podrían asistir en diseñar y experimentar con diferentes prácticas, procesos o instituciones políticas para fortalecer nuestras instituciones públicas, desde los municipios al gobierno central, mediante la
democracia participativa.
Conclusión
Desde principios de la década del 2010, se ha ejecutado un sabotaje presupuestario contra la UPR, en gran medida justificado por el cuestionable marco teórico neoliberal. Mientras tanto, los países más exitosos en términos económicos, sociales y educativos son precisamente los que han adoptado una visión alternativa hacia la educación superior. Se hace evidente que la UPR puede jugar un rol medular en la recuperación económica y social de Puerto Rico, si el gobierno central decide verdaderamente invertir en ella para fortalecerla. Para que esto suceda, el ambiente politico, y cómo se enmarca la conversación sobre la educación superior, tendrían que cambiar significativamente. Si se logra, la UPR no solo puede jugar dicho rol en nuestra recuperaciónel ambiente socioeconómica, sino además ayudar a guiarnos hacia un futuro más justo, democrático y equitativo.
FIN
El Dr. Ricardo R. Fuentes Ramírez es Catedrático Auxiliar de Economía de la Universidad de Puerto Rico-Recinto Universitario de Mayagüez. Posee un doctorado en Economía de la Universidad de Massachusetts-Amherst con especialización en desarrollo económico, economía política, y sistemas económicos comparados. Ha publicado artículos académicos sobre la economía de Puerto Rico, el cooperativismo en Cuba, y teorías de transición entre sistemas económicos. En 2017 fue editor del libro Ensayos para una nueva economía: Desarrollo Económico de Puerto Rico, una colección de ensayos de los profesores de economía del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. Su primer libro fue publicado también en 2017, y se titula Economía Anticapitalista y Poscapitalista: ¿Cómo llegamos y por qué ruta?
1 Schneider, Geoffrey, 2018. The evolution of economic ideas and systems: a pluralist introduction. Routledge. 2 United Nations Development Program(2021).Inequality-Adjusted Human Development Index Dataset. URL: https://hdr.undp.org/inequality-adjusted-human-development-index#/indicies/IHDI (3 de diciembre de 2022) 3 Fuentes-Ramírez, Ricardo R, Rima Brusi, & Vibeke L Betances Lacourt. “Universidad y País, Parte 2: La Educación Superior En Puerto Rico En Contexto Económico.” 80grados, 6 de abril de 2022. URL: https://www.80grados.net/universidad-y-pais-parte-2-la-educacion-superior-en-puerto-rico-en-contexto-economico/ (3 de diciembre de 2022) 4 United Nations Development Program (2022). Human Development Report. URL: https://hdr.undp.org/(3 de diciembre de 2022) 5 World Economic Forum (2020). The Global Social Mobility Report 2020 Equality, Opportunity,and a New Economic Imperative. URL: https://www3.weforum.org/docs/Global_Social_Mobility_Report.pdf (3de diciembre de 2022). 6 American Community Survey 2020 ACS 5-year Estimates. Oficina del Censo de Estados Unidos.URL:https://data.census.gov/cedsci/ (3 de diciembre de 2022) 7 Andreoni,Antonio &Chang, Ha-Joon, 2019. "The political economy of industrial policy: Structural interdependencies, policy alignment and conflict management," Structural Change and Economic Dynamics, Elsevier, vol. 48(C), pages 136-150. URL:https://ideas.repec.org/a/eee/streco/v48y2019icp136-150.html (3 de diciembre de 2022) 8 Engels, Federico, 1876. Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico. URL: marxists.org/espanol/m-e/1880s/dsusc/ (3 de diciembre de 2022) 9 Wright, Erik Olin (2006). Los puntos de la brújula. Hacia una alternativa socialista.New Left Review, 41, 81-109. URL: https://marxismocritico.files.wordpress.com/2013/04/puntosbrujula-nlr41.pdf (3 de diciembre de 2022) 10 “Acerca De La Red De Economía Social y Solidaria En Puerto Rico.” Red De Economía Social y Solidaria En Puerto Rico, URL: https://www.economiasolidariapr.org/acerca-de/ (3 de diciembre de 2022) 11 World Bank (2022). World Governance Indicators Dataset. URL:https://info.worldbank.org/governance/wgi/ (3 de diciembre de 2022.
2 comments
La Universidad en el siglo veintiuno
https://www.youtube.com/watch?v=MfpHYuhG4gw
Gracias por la aportación.
–Sigloxx22.org