Roberto Alejandro Rivera, editor
Travessier – Leduc Editores
Presentación – 7 de octubre de 2023
Casa Soberanista
Hato Rey, Puerto Rico
Emilio Pantojas García
Presentar este libro tiene un reto particular: es un libro cuyo formato es el de un número de revista. Pero no es un número monotemático sino un número regular, diverso, polisémico.
Que conste que le pedí a quien me invitó que invitara también a alguien que pudiera presentar la parte “literaria” que aparece bajo la rúbrica de “Creación”. La respuesta fue, y cito, “presenta la prosa del libro”. Y eso haré, en tanto que como crítico literario mi perspectiva sería la del “realismo socialista” que prevalecía bajo el estalinismo. “Te quiero más que a mi tractor” era el verso romántico que ilustraba dicha perspectiva.
La lectura trajo a mi mente las dos versiones de un dicho: La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer, de Bertolt Brecht. Y, cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer, hay un claroscuro. Y en ese claroscuro surgen los monstruos. Entonces lo viejo debe terminar de morir, para que nazca lo nuevo y no haya más monstruos, de Antonio Gramsci
En el proceso de trazar el hilo conductor de estos ensayos busqué la declaración de propósitos de la junta editora de la revista Siglo 22 que lee:
Nacemos en varios mundos en pugna, en un enredo.
Nuestro país desorienta y reta, y buscamos en su historia y su maraña actual asideros posibles. En la historia definitoria del pasado siglo y este, Puerto Rico ha sufrido períodos de desazón y transformaciones colectivas.
En el espacio divisorio, de existir, entre un crepúsculo y una larga noche, nos insertamos. La revista se concibe como un espacio de libertad para atajarle el paso a esa posible noche. Somos un grupo que une diversidad de talentos, trabajos y militancia.
Defendemos los análisis rigurosos, la descolonización, la soberanía, la justicia social, el respeto a la naturaleza, el reconocimiento de la dignidad ineludible de cada ser humano, todo el acervo de derechos que constituyen una democracia con representatividad genuina y dentro de normas constitucionales que jamás deben quedar a la discreción de mayoría alguna.
En tiempos de barrunto, comenzamos. Aprenderemos, confiamos, a navegarlos o, como se decía con una palabra quizás olvidada, a “capearlos”.
Y lo que leí es precisamente ese intento de capear el temporal, la crisis de un mundo que no muere y otro que no nace. Leer este libro es como transitar en un hospital del cuarto de un anciano que agoniza largamente a una sala de maternidad esperando un nacimiento que no acaba de ocurrir. Los ensayos de “la parte de la prosa”, parecen buscar lentes apropiados para entender el devenir de este momento histórico: el espectro fascista norteamericano, el colapso del populismo desarrollista puertorriqueño, el salto de la comunidad al metaverso, del linotipo a la era digital y de la descolonización a la recolonización.
Los ensayos sobre el estado económico de Puerto Rico: “Las leyes 20 y 22: una breve reflexión sobre sus consecuencias económicas y fiscales para Puerto Rico”, de Edwin Irizarry Mora, y “Universidad y desarrollo económico los estragos del neoliberalismo y posibilidades hacia el futuro” de Ricardo R. Fuentes Ramírez, tratan de entender lo que ha pasado y cómo movernos al futuro. Pero ambos reflejan, sin proponérselo, una cierta nostalgia por el proyecto desarrollista que entrelazaba el avance económico industrial con el proyecto educativo de la universidad pública. Se trata de trabajos serios, informativos y muy bien pensados. No obstante, en el siglo veintiuno Puerto Rico ha sido expulsado de las cadenas de valor global de las industrias manufactureras y la Universidad ha sido convertida en una agencia de gobierno. Sólo un cambio político drástico, abriría la posibilidad de un nuevo rumbo en la estrategia del desarrollo y en el proyecto de educación superior pública. El fin de “las corporaciones 936” constituyó la expulsión de Puerto Rico de las cadenas de valor global en la manufactura, y las leyes 20, 22 y 273 de 2012, empujaron la Isla a las cadenas globales de riqueza.
Estas cadenas son el circuito de centros financieros internacionales donde la plutocracia global lava dinero y evade el pago justo de impuestos. A partir de los Panama Papers Puerto Rico se convirtió en la nueva Panamá. Las aspiraciones de la clase política y la plutocracia puertorriqueña ya no se mueven por Singapur o Escandinavia, sino por Panamá o una versión pobre del Principado de Mónaco.
En los ensayos de Roberto Alejandro Rivera, “Estados Unidos: la sombra autocrática y el espectro fascista”, y de Rafael Matos, “Salto del linotipo a la tinta digital: Ciberperiodismo en Puerto Rico” encontré pistas importantes para entender la crisis de la democracia y el surgimiento de un espectro fascista. El concepto “crisis de legibilidad”, que adelanta Roberto Alejandro como elemento causal del resurgimiento de una nueva estirpe del fascismo, está vinculado a la descripción magistral del nuevo periodismo digital descrito por Rafael Matos:
La agenda informativa del día la decide el público. Si en un portal de noticias una información sobre un desastre aéreo recibe solo mil clicks y otra sobre rumores sin confirmar de una nueva pareja en la vida de Ricky Martin tiene no menos de 150 mil page views, esa última será la portada del momento. En breve, otras pulsaciones generarán otra portada, y otra, en un imparable carrusel informativo escogidos por los usuarios de la Red, casi siempre sobre hechos livianos, insustanciales. Comunicólogos llaman a esto la vulgarización de la noticia. El faranduleo informativo en los medios sociales sobre hechos sin verificar, datos parciales y enfocados en lo sensacional casi siempre por informadores aficionados. (pp. 67-68)
Matos nos explica, sin proponérselo, la base material para lo que Alejandro acertadamente llama la crisis de legibilidad. La crisis de legibilidad según Alejandro representa:
…una ruptura entre gobernantes y gobernados, un descoyuntamiento en ese ámbito simbólico de valores que preserva y explica los lazos entre los primeros y los segundos. Es una pérdida de lo familiar. (33)
Se trata de un proceso de “desorientación política”, nos dice Alejandro. La causa de esta desorientación, diría yo, se ancla en la “licuefacción” de las estructuras, instituciones y marcos conceptuales y axiológicos de la modernidad. Esa “modernidad líquida”, como la llamó Sigmut Bauman, es el marco del surgimiento de una nueva derecha que pretende detener el cambio y “regresar” a un pasado imaginario, “make America great again”.
La incongruencia entre lo que llamábamos “realidad material” y el fluido mundo virtual, la pérdida de puntos de referencia comunes y el surgimiento de discursos alternos con referentes y epistemologías discordantes—como que las vacunas inyectan un microchip conectado a las agencias de inteligencia—son la base de esa “crisis de legibilidad”.
Alejandro nos regala, entonces, una llave para entender la reaparición del espectro fascista y Matos nos muestra cómo este espectro se hace presente y llega a cada uno de nosotros por la vía del “periodismo farandulero” de las redes sociales que convierte a cualquiera en reportero y editorialista. El bisturí de la prensa, como le llama Alejandro, se convierte en una batidora sin tapa que lanza contenidos en todas las direcciones.
Mario R. Cancel-Sepúlveda, nos obsequia con una pieza de erudición clásica de la academia. Su ensayo, “René Marqués en la década de 1960: Una aproximación a su ensayística y sus concepciones histórico-culturales”, nos retrotrae al debate entre Nacionalistas y la izquierda radical de los sesenta. Mario rescata a Marqués de las fauces de la izquierda radical que lo criticó severamente en el libro de Juan Ángel Silén, Para una visión positiva del puertorriqueño. Décadas después, Mario nos recuerda que el puertorriqueño dócil no caracterizaba al “pueblo” sino a las élites políticas, o más precisamente a la claque muñocista que fue el Partido Popular Democrático y su gobierno.
Juan José Vélez-Peña en “Meditaciones estéticas e historiográficas sobre la música afropuertorriqueña desde una perspectiva intercultural decolonial” nos presenta un análisis riguroso sobre la riqueza de la bomba y la plena y su dinamismo histórico cultural a partir de la definición de cultura de Juan Alfredo Blanco: “Las culturas son realidades históricas ‘y, por ende, contingentes’ que surgen con la finalidad de otorgar respuestas contextuales a los problemas, desafíos y necesidades humanas (….) La cultura, por lo tanto, tiene un carácter contingente y situado (Blanco 2016, 26-27)”. Utilizando la perspectiva crítica de Raúl Fornet-Betancourt, propone una visión intercultural en contraste con los discursos multiculturales y los del hibridismo [p.132]. Vélez Peña concluye que:
Tanto la bomba como la plena puertorriqueña se caracterizan por su dinamismo y su particular historia; por un ininterrumpido intercambio entre diversas tradiciones caribeñas provenientes de distintos países de la región. La bomba y la plena, en su contemporaneidad con otras manifestaciones culturales actuales, siguen transformándose, gracias al enriquecedor intercambio que continúan practicando. De ninguna manera se trata de tradiciones inertes o de puro linaje que debieran ser protegidas y preservadas como piezas de museo. (132)
El artículo de Aarón Gamaliel Ramos, “Las otras promesas: la recolonización de las Antillas Neerlandesas del Caribe”, hace un análisis de la vuelta al colonialismo holandés señalando paralelos entre la recolonización de las Antillas Holandesas (Banaire, San Eustaquio y Saba) y Puerto Rico. Todas estas colonias siguieron la ruta de “descolonización sin independencia” (Estado Libre Asociado, 1952; Carta del Reino de los Países Bajos, 1954). Fueron también retiradas de la lista de países coloniales de la ONU, Puerto Rico en 1953 y las Antillas Holandesas en 1955. Recordemos que Estados Unidos y Holanda compartieron visiones con Francia y el Reino Unido en la Comisión del Caribe creada en 1946 como una ampliación de la Comisión Angloamericana al finalizar la Segunda Guerra.
Hoy estas posesiones autónomas enfrentan la recolonización mediante una Junta de Control Fiscal y un nuevo sistema de regentes (Representante del Reino) que supervisan los “Cuerpos Públicos” en que se han convertido hoy estos territorios. En todos estos casos se trata de respuestas a la corrupción de las élites políticas de los territorios.
Aarón resume la implicación de esta recolonización en un párrafo que puede aplicar al pensamiento de los republicanos estadounidenses sobre Puerto Rico:
En el terreno político de los Países Bajos es frecuente la crítica de la derecha hacia lo que consideran la inhabilidad de los antillanos para gobernar con eficiencia…Este discurso desemboca con frecuencia en una crítica a la autonomía fracasada, acompañada de llamados a recolonizarlas por el temor al desbordamiento de los problemas sociales antillanos, incluida la pobreza y la economía de las drogas ilegales, hacia los Países Bajos. (p.152)
La parte de la prosa termina con una reflexión que interpela a cualquier puertorriqueño o puertorriqueña de a pie. “Solos o el vaciamiento del amor”, por María de Lourdes Lara Hernández, nos presenta una perspectiva subjetiva-afectiva sobre el colapso social de Puerto Rico usando una narrativa íntima. Nos dice cómo se vive y se siente llegar y esperar en una sala de emergencias. Nos comunica la zozobra, el miedo e inseguridad que prevalecen como sentimiento colectivo:
[…] el tema del miedo arropa nuestras conversaciones cotidianas hasta esculpir en la inconciencia, miedos de todo tipo: miedo a la violencia, miedo al contagio, miedo a la oscuridad, miedo a los animales, miedo a los amigos, a la familia. Miedo a ser felices, miedo a enamorarnos, miedo a apoyar proyectos de país, miedo a socorrer a un extraño. Miedo a ponernos viejos, a enfermarnos; miedo a quedarnos solos.
Nos recuerda que la colonia es un estado fallido:
El país resuelve el hambre, la pobre educación, el desempleo, la incomprensión, los deseos de superación y todas las desigualdades a fuerza de tiroteos. La violencia, en todas sus formas y matices, es la propuesta impuesta.
Lara diagnostica el resquebrajamiento del sentido de comunidad, la anomía. Y afirma que “El proyecto social, desde este espacio, es el consumo de cosas, de información desde el sí mismo al sí mismo”. La avaricia y el hiper-individualismo, son las bases del neoliberalismo autocrático.
El espectro fascista norteamericano apenas asoma su cara en Puerto Rico. Mientras celebramos la cultura, el deporte y la belleza, la kakistocarcia y la plutocracia boricua nos roban el país, en complicidad con los ciudadanos “Ley 20, 22, 60”. El dueño de Me Salvé, regala camisetas para la campaña de “Da Vida”, que recauda $1.2 millones para el hospital oncológico, mientras vende a Golding Auctions “memorabilia” deportiva valorada en $40 millones y recibe un adelanto instantáneo de $15 millones en su mansión de Guayama (Netflix, King of Collectibles, episodio 5). Este filántropo y su socio estuvieron detrás de la compra de un parque pasivo en el Condado (Calles F. Krug y Ashford) para hacer un complejo de apartamentos.1 Mientras tanto, la cara del proyecto neoliberal la asume el PAC de la Cámara de Comercio, Democracia es Prosperidad.2
Este libro nos recuerda que los monstruos asoman su rostro en una tiniebla que no nos permite verlos con claridad. La crisis de legibilidad no es sólo causa del espectro fascista. En Puerto Rico, es su soporte.
FIN
- https://eyboricua.com/noticias/donante-del-ppd-y-el-pnp-desarrolla-lujoso-edificio-ubicado-en-terreno-publico-del-dtop-en-condado/
- https://www.noticel.com/economia/20231003/camara-de-comercio-se-une-a-la-iniciativa-democracia-es-prosperidad/}
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