A mis libros…
(1991)
Los libros,
las palabras,
nunca las obliteraciones
ni el pleonasmo.
Ellos con su ternura
de flores desnudas,
con su sonrisa
de niños que no lloran.
Ellas con su hambre de luz.
las palabras,
nunca las obliteraciones
ni el pleonasmo.
Ellos con su ternura
de flores desnudas,
con su sonrisa
de niños que no lloran.
Ellas con su hambre de luz.
–Del libro Estos raros orígenes. Hormigueros: Islote, 1991.
A mis libros…
(2022)
Un día me iré
y su orfandad
los convertirá en polvo cósmico.
Nada me llevaré de las palabras
talladas por la tinta que he leído.
La muerte no permite esos milagros.
Será muy triste.
y su orfandad
los convertirá en polvo cósmico.
Nada me llevaré de las palabras
talladas por la tinta que he leído.
La muerte no permite esos milagros.
Será muy triste.
Eso sí:
pedazos de mi piel,
la sombra de mi voz y mi mirada
habitará sus lomos,
dormirá en sus canales
y sus guardas.
pedazos de mi piel,
la sombra de mi voz y mi mirada
habitará sus lomos,
dormirá en sus canales
y sus guardas.
Trozos de tinta mía
adornarán sus inhóspitas
bitácoras.
La emoción de un poema
pernoctará en la esquina de las páginas,
la humanidad de un párrafo
sonreirá tras las notas, diminutas, precisas,
que he dejado en los márgenes
del texto.
Solo serán los rastros
de una aviesa lectura indescifrable.
adornarán sus inhóspitas
bitácoras.
La emoción de un poema
pernoctará en la esquina de las páginas,
la humanidad de un párrafo
sonreirá tras las notas, diminutas, precisas,
que he dejado en los márgenes
del texto.
Solo serán los rastros
de una aviesa lectura indescifrable.
Juntos transitaremos hacia el polvo.
Seremos la memoria ominosa
de un olvido previsto.
Nada más:
seremos inmortales.
Seremos la memoria ominosa
de un olvido previsto.
Nada más:
seremos inmortales.
1-5 de enero de 2022