E l viernes 13 de septiembre de 2019 tuve la oportunidad de conocer en persona a Norman Pietri después de que accediera a invitarme a su apartamento para una entrevista relacionada con la investigación doctoral que estaba llevando a cabo. Ya había leído los archivos de COINTELPRO, las carpetas de Juan Mari Brás disponibles en la Fundación que lleva su nombre y las carpetas del Partido Nacionalista, entre otras fuentes. Igualmente, ya había hecho conexiones entre la información de los distintos documentos y la historia que hasta el momento había estado dispersa comenzaba a tomar forma. Solo faltaba conocer la versión de alguna de las víctimas del programa de contrainteligencia del FBI y Norman Pietri estaba dispuesto a contar su versión de los hechos. Así que pedí el día en mi trabajo y temprano en la mañana me dirigía a su apartamento.
Llegué cerca de las 10 de la mañana y a las 10:20 había comenzado la entrevista. Confieso que no tengo dotes de entrevistador, que era la primera vez que entrevistaba a alguien de manera oficial, que me sentía nervioso y que tenía dudas sobre cuán pertinentes eran las preguntas que había redactado. Por mi parte, sigo confesando, creo que no supe lucir tan bien en la entrevista: el audio revela que tartamudeaba mucho, por momentos hablaba más alto de lo normal y más de una vez pase de un tema a otro sin considerar el orden cronológico. Sin embargo, la claridad de voz y de pensamiento en Norma Pietri hizo que la entrevista de casi una hora fluyera majestuosamente. Otro hecho por el que le agradezco.
Nos sentamos frente a la mesa del comedor mientras la ama de llaves, Ana, cocinaba algo con plátano. Lo primero que hice fue enseñarle una caricatura del FBI titulada “Muerte de Revolucionario Borinqueño”. El dibujo presenta a Juan Mari Brás cargando una bandera con el rostro de Fidel Castro y le sigue Norman Pietri saludando con una mano y con la otra, apuñalando a una tercera persona que dejaba caer una bandera de la juventud del MPI. Era una caricatura que fue diseñada con el propósito de crear desconfianza en el liderato de la organización, difamándolos como asesinos de sus propios compañeros, así como minimizar y burlarse de la represión contra el independentismo:
- Se supone que ese soy yo, y ese, bueno, ese era Silén.
- Según yo leí más adelante, ese era Silén.
Revelación que me resultó interesante cuando volví a escuchar la entrevista con el propósito de esta publicación porque ni en la tesis ni en el libro identifico a Juan Ángel Silén como la tercera persona:
-Sí, debe ser. Sí, porque hubo una división. Pero eso lo hacía la inteligencia.
- ¿Y recuerdas alguna vez haber visto el dibujo cuando salió?
- Sí, y hay otros más. Yo creo que hay uno que es como que yendo al matadero todos.
- Ah, las ovejas que tienen el sello de la CAL.
- Sí, sí, ese otro.
Nos referimos a otra caricatura titulada “Judas y las ovejas expiatorias”. En este aparece Fidel Castro diciéndole a una oveja con el rostro de Juan Mari Brás que no se preocupara. Que en cada revolución había ovejas que debían ser sacrificadas, pero que estaría velando porque él estuviera a salvo y bien alimentado. A la oveja con la cara de Mari Brás le seguía una decapitada con el nombre de Augusto Plard Fagundo y tres más dirigiéndose a una guillotina con las siglas del Cuerpo de Investigaciones Criminales: Pupa Nazario, Cruz del Carmen Rodríguez y Víctor “Vitín” Soto.
- Yo los vi cuando salieron y siempre decíamos: “Eso no es nadie, eso es el FBI”.
- Había visto, por ejemplo, un momento en el que ustedes los detuvieron en el aeropuerto regresando de Venezuela.
- Eso fue el ‘59. Nosotros regresábamos del Tercer Congreso Latinoamericano de Estudiantes y estuvimos Ana Libia Paniagua, que no regresó, pero Iván Rivera regresó conmigo; que era de Cabo Rojo y entiendo que murió hace unos años. Era abogado. Iván Rivera. Y después era líder del PIP, por allá. Iván Rivera y yo. Y, y fue a sacarnos don Gilberto Concepción de Gracia. Él fue quien nos rescató de ese arresto.
- También vi que anotaban que usted le comentaba al hijo de Gabriel Vicente Maura, que no dicen el nombre de él, dicen el hijo de…, que usted sabía que había agentes, tanto de la División de Inteligencia como del FBI, agentes específicos para cada persona.
- No recuerdo, pero es un hecho que quizás no era tan específico al decir que era uno para cada persona, pero todos los teníamos. Estábamos bajo vigilancia; o sea, el grupo dirigente de la FUPI y el grupo dirigente del MPI. Ya eso en el ‘59. Recuerda que la FUPI se fundó en el ‘56 y el MPI en el ‘59. Mucha gente cree que el MPI fundó la FUPI. La FUPI se fundó antes y cuando se creó el MPI, lo integraron tres sectores: los disidentes del PIP, que eran los comités de Río Piedras y Mayagüez, encabezados por Juan Mari Brás; entonces el grupo de estudiantes de la FUPI era el segundo grupo; y el tercero eran gente que venían del nacionalismo y del comunismo, como César Andreu Iglesias, que había sido jefe del Partido Comunista. Y muchos nacionalistas, de esos había muchísimos, porque después del ‘50 no estaban desmovilizados porque Doña Laura ordenó que no se hiciera nada después. Mandando a los nacionalistas desde afuera. Ella ordenó que no se hiciera nada, pero Don Ramón Medina Ramírez organizó Acción Patriótica Unitaria, que era el grupo principal de nacionalistas que querían seguir haciendo algo. Las órdenes de la vieja loca esa fue que no hicieran absolutamente nada. Ella lo quería controlar todo. Fue una influencia malísima en la lucha de independencia. Las cosas hay que decirlas. Y cuando estuvieron en la delegación de Cuba en las Naciones Unidas, ella y Juarbe entorpecieron lo más que pudieron a las acciones del Movimiento Pro Independencia.
- De hecho, yo vi que incluso no dejaron a Don Juan Mari Brás a hablar en el…
- Bueno, esa es la culminación, en el año ‘65, en la muerte de Albizu Campos, no permitieron que Mari Brás se expresara en la tumba de Albizu porque ellos lo querían controlar todo sin tener ninguna organización activa. De hecho, ellos no estaban en Puerto Rico en el ‘50 tampoco. Estuvieron fuera y después, pues, volvieron así, Doña Laura, al entierro a entorpecer y a tratar de monopolizar a Albizu Campos. O sea, a partir al muerto. Fueron funestos en la lucha de independencia.
- Lo primero que veo que sale de usted en los archivos de la División de Inteligencia que le enviaban al mismo FBI, es usted junto a Narciso Rabell y están condenando unas acciones del PIP, porque el PIP se había expresado en contra del Partido Nacionalista y se había expresado como un movimiento anticomunista, y en contra de los nacionalistas de Caguas, que estaban muy abiertamente a favor del retraimiento electoral.
- Sí. En ciertos momentos el PIP se manifestó en contra del comunismo y la violencia, cuando ya existía la Revolución Cubana y eso era hacerle el juego al imperialismo, decíamos. O sea, nosotros no decíamos que estuviéramos a favor del comunismo y de la violencia, sino que condenábamos que se condenaran formas de lucha, como hacía el PIP. Primero era para luchar por la independencia, no para estar condenando métodos de otros, o ideologías de la Revolución Cubana y de algunos independentistas. No había que ser comunista, ni había que ser nacionalista. Lo que no se podía ser era anticomunista y antinacionalista. Ese era el concepto que más o menos se ha impuesto en la lucha de independencia. Porque antes había muchos independentistas que eran más anticomunistas que independentistas o que eran más pacifistas que independentistas; y son formas de lucha que uno no puede condenar previamente. Son manifestaciones de una lucha. Son expresiones legítimas. Todo depende de si es apropiado o no en determinado momento ejercitar ese tipo de acciones. Pero no vamos a estar condenando al que lo ha hecho solamente porque nosotros creemos no hacerlo nosotros. Hay gente que está dispuesta a hacer las cosas que uno no está dispuesto a hacer necesariamente.
- ¿Y de la personalidad de Rabell? ¿Qué me puede decir de Rabell?
- Rabell fue un gran amigo mío. Fue dirigente de la FUPI. Luego se quedó desde el ‘60 en Praga como representante de la FUPI ante la Unión Internacional de Estudiantes; y luego, cuando la Conferencia Tricontinental en la que yo estuve en el ‘66, él fue uno de los delegados. Yo presidí esa delegación. Rabell se quedó como representante del MPI en Cuba. Eso fue en enero del ‘66. En el ‘67 fue destituido porque se salió de la disciplina del MPI instigando desde Radio Habana a un levantamiento del pueblo, cuando esa no era la línea del MPI. Luego volvió a Puerto Rico. Hablé muchas veces con él. Una relación buena. Entiendo que murió en el 2008 en Praga, donde había regresado. Creo que en el 2008 en Praga. Y era un destacado dirigente. Una persona que contribuyó mucho, de eso no hay duda.
- Y que es un personaje que quizá alguien tenga que buscarlo con detenimiento un momento.
- Sin duda.
- ¿Y Todd?
- ¿Quién?
- Roberto Todd.
- Ah, Roberto Todd. Bueno, yo no tuve mucha relación con él, pero entiendo que en los años sesenta él estuvo involucrado en la lucha armada y desapareció. Nadie sabe por dónde desapareció. No se ha vuelto a saber de él.
- Sí, lo único que yo he visto de que decía algo era de un artículo de Antonio de la Cova, que usaba otro nombre cuando escribía…
- El de Crónica, creo que era.
- Ahí se llamaba Armando André. Así firmaba y decía algo de que supuestamente se había ido a vivir a Checoslovaquia.
- Bueno, él estuvo por allá, yo entiendo, pero dejé de saber de él. Desapareció. Y su esposa tampoco, supo; o sea que se lo tragó la tierra. No tengo la menor idea de dónde o de qué pudo haber pasado. Lo pudieron haber matado, probablemente. Asesinado y hacerlo desaparecer. Es la única explicación que se pudiera encontrar, pero yo no estuve en mucha relación con él porque era de una generación algo posterior. Ya yo había salido de la universidad y no recuerdo que fuera miembro del MPI, si acaso muy marginalmente. No lo recuerdo. No lo veía mucho y después no lo vi más.
- Volviendo un poquito atrás, hablando de otro personaje de… pues de lo que es la indisciplina o las peleas de grupos porque el FBI, insistía mucho en eso y cuando pasaba lo escribían muy detalladamente. Estoy pensando en personajes como Pelegrín García.
- Pelegrín García. Sí. Pelegrín con L. Ayer lo mencioné en algo que publiqué. ¿Tienes Facebook? Ah, pues búscame… y pídeme amistad …
- Lo tenemos como amigo
- Pues no sé si viste lo que publiqué sobre Albizu, ayer.
- Ok, pues lo busco ahorita.
- Que en el año ‘58, el 14 de abril del ‘58, en el décimo aniversario de la huelga universitaria del ‘48, la huelga en que Marí Brás y Landing eran los líderes, acompañé a Pelegrín García, Clemente Mata y Padilla, José Gil de Lamadrid y otros líderes de esa huelga del ‘48 a ver a Albizu en el Hospital Presbiteriano y entramos a la cañona a verlo y a saludarlo hasta que la policía nos sacó a empujones. Eso lo publiqué ayer, así que lo buscas porque estos días estoy publicando cosas de esos tiempos lejanos. Son recuerdos. Y le dieron visto bueno, creo que van como 180 personas. Tengo fanáticos (reímos). Así que búscalo y allí vas a encontrar algún tipo de información.
- Es muy interesante porque, según yo he visto, parece que él tenía un carácter bastante fuerte.
- ¿Pelegrín?
- Ajá.
- Bueno, fue un líder de la huelga y en el año… Fue fundador del MPI. Estaba en Nueva York y vino una delegación a la fundación del MPI y siempre era un individuo así, esloquilla’o. Que hablaba sin tapujos.
- Sí, ofrecía bofetadas rápido.
- Sí, ofrecía bofetadas y cuando yo estuve en la Conferencia Tricontinental de la Habana escribió un artículo atacándome, diciendo que me habían dado un millón de dólares allí que yo había traído. Que un millón de dólares entonces son como 50 millones ahora. O sea, que me habían dado para el MPI. Na’, locuras. Pero era un patriota. No se puede negar. Era, creo, de Cabo Rojo y era amigo de Mari Brás aunque siempre estaba atacándolo.
- Sí, yo he visto esos momentos. Hasta un momento dice que cuando lo vea le va a dar.
- Sí, sí, sí. Buche y pluma (rie). Recuerda que en la lucha por la independencia siempre ha habido mucha gente amenazando, pero no llegan a la acción. Todavía: “Ah, que hay que hacer la revolución”. Pues hágala. En todas partes están. En Facebook abundan. “No, lo que hay que hacer no es tumbar a Roselló, es tumbar el…” Pues, eche pa’ ‘lante. Eche pa’ ‘lante. Si se pudiera, pues ya lo hubiéramos tumbado, pero… Son gente, expresiones de gente desorganizada y a veces medio trastornada, pero de buena fe la mayoría de las veces. Puede que haya agentes también, ¿verdad? Porque no se puede descartar nunca la presencia de agentes provocadores. Algunos actúan como agentes provocadores, pero son gente muchas veces sincera, con poca educación política y que, nada, que son buche y pluma. Hablan y hablan y hablan y esa es su forma de luchar por la independencia: diciendo disparates.
- Según he visto, el MPI, el de Río Piedras, al menos lo quemaron dos veces y parecía como si hubieran intentado en otras ocasiones. Porque a veces hay relatos con las mismas fechas, digamos en el ‘69…
- Ese fue el grande. Nos iban a matar a todos. Fue el 7 de noviembre del ‘69, un día en que hubo una marcha a favor del ROTC, que dirigió el General Palerm, senador del PNP. Entonces hubo ataques al MPI, a la sede del MPI frente a la iglesia de Río Piedras que está en la plaza. Hubo ataques por la tarde y cesaron; y muchos fuimos allá a ver qué había pasado. Entonces hubo un ataque grande que estuvo toda la noche. Estuvieron atacándonos y tirándonos tiros y bombas molotov; y después nos llevaron arrestados a todos los que estábamos allí en la madrugada. Nos llevaron a nosotros, que éramos las víctimas. Nos llevaron arrestados a la sede de la Comisión de Derechos Civiles en Hato Rey. Allí hubo heridos de balas, como… Carlos Padilla Pérez y Frances Gori.
- Que se llevaron la bala. La policía creo que entró a buscar la bala en el hospital.
- No recordaba ese detalle. Bueno, la cosa es que a Don Lorenzo Piñeiro por poco le da un infarto y lo llevaron al hospital; y la mayoría de los que estábamos ahí fuimos arrestados y llevados allí. Después no acusaron a nadie. Ni a nosotros, ni a los culpables. Muchos eran policías que tenían unos pañuelos blancos amarrados, eso era lo que los identificaba. Eran de los que más agitaban y tiraban molotovs a la sede del MPI. Trataron de subir la escalera varias veces, pero fueron contra atacados a tiros. Había un par de revólveres viejos allí en el MPI y se usaron para impedir que nos mataran a todos. Defensa propia. Yo recuerdo quiénes eran, pero no te los puedo decir porque todavía están vivos y pueden reabrir el caso de nuevo. Antes había habido otro. Habían quemado el MPI, pero no había gente adentro. Eso fue para el ‘65 quizás.
- Sí; y que aparentemente se habían quemado unos documentos, pero según las carpetas de Cointelpro el FBI llegó a tener varios de ellos.
- Sí. Eso fue también un acto de represión de las agencias de inteligencia. Uno nunca sabía si era la CIA o el FBI, pero eran ellos. Era “el enemigo”. Ahora, pues, el fuego del ‘69, fue realmente un ataque para matarnos a todos. Fue una tentativa de asesinato colectivo. Habíamos como 40 personas dentro y estuvimos bajo ese asedio durante horas y horas hasta que se negoció. Creo que llamaron a Ferré, que era el gobernador, y entonces Chardón que era el secretario de Estado, y se negoció que la Comisión de Derechos Civiles nos sacara de allí vivos, no muertos. Casi, casi.
- ¿Me dice que Chardón también?
- Bueno, Chardón era secretario de Estado e intervino en la negociación que hicieron desde afuera para que se garantizara la vida de los que estábamos allí.
- Y eso fue poco después de que, de la bomba, ¿verdad?, en el carro de Juan Mari Brás.
- Eso no lo recuerdo. No preciso porque hubo más de una vez que le pusieron bombas.
- Sí, creo que fue el Poder Cubano el que se la adjudicó.
- No recuerdo, yo sé que una vez le dañaron los frenos también. Hubo varias tentativas en relación con el carro de Mari Brás. Distintas fechas. Las cosas, uno no llevaba un récord, … vamos a decir un diario de atentados; pero los había de vez en cuando.
- ¿Y las bombas a Claridad?
- Las bombas a Claridad; había un tipo que llegaron a arrestar. Le decían Tillo o Tille, algo así. Hubo varios atentados a Claridad. El del año ‘70 fue cuando Claridad estaba en la Avenida Central, en la avenida Piñero y le tiraron bombas. Yo vivía en la casa de al lado, en Caparra Terrace. Quemaron la redacción de Claridad. Después hubo varios atentados cuando estaban ya en Villa Capri. Hubo incluso atentados a tiros. En una ocasión hirieron gravemente a Domingo Vega Figueroa. Hubo varios atentados. Siempre había o alguien del PNP, trastornado, ¿verdad? O alguien que era agente, que no era trastornado. Eran agentes que sabían lo que hacían y lo hacían para hacer el daño mayor; y además intimidar. Pues siempre el propósito del terrorismo es aterrorizar; es el miedo. En cierto sentido, pues, es una política a largo plazo, porque eso impide que grandes masas se acerquen. Porque “esa gente está caliente y meterse ahí es peligrar”. Ese es el principal objetivo, no solo intimidar a los que están, sino intimidar a los que no han llegado todavía. Ahí es que ellos tuvieron mucho éxito. El propósito de esas acciones terroristas contra el movimiento independentista es intimidar no solo a los que están ya en la lucha, que siempre tiene su efecto, pero no es tanto, sino a los que todavía no han llegado porque y no van a llegar porque piensan: “Si me meto ahí me matan”. Y eso es una forma de aislar al movimiento de las grandes masas: presentar la imagen de que es peligroso estar en eso porque te matan sin oportunidad de defenderte; por una bomba que te ponen en el carro o porque te tratan de quemar en una reunión donde estás. Ese tipo de cosas tiene su efecto particularmente entre esa gente que no ha llegado y que podrían llegar pero que se intimidan.
- Yo me acuerdo de muchas cosas que decían cuando era pequeño: “No seas independentista, no vas a conseguir trabajo”.
- Sí, por eso. Entonces el independentismo también contribuye a eso porque al denunciarlo y denunciarlo y denunciarlo llama la atención de que eso está pasando. O sea que la lucha contra la represión en cierto sentido ayuda a la represión. Eso lo entendimos con el tiempo. Es una contradicción, pero tú denuncias y denuncias y tienes un efecto secundario de también intimidar a los posibles participantes de la lucha diciéndoles: “Si te metes en esto te van a perseguir, no vas a conseguir trabajo, te va a dejar la novia, te van a crear problemas en la escuela, en la universidad. O sea, que siempre va a haber esa posibilidad.”
- Quizás esta pregunta debió estar antes, cuando me estaba hablando de que no había que ser ni comunista ni nacionalista, sino no ser ni anticomunista ni antinacionalista y cuando…
- Sí, porque hay prioridades. Mire, hay tantas cosas que hacer antes de llegar a esa disyuntiva que deje eso.
- Yo vi que de los primeros trabajos de contrainteligencia, principalmente del programa COINTELPRO, fue el de las fotos de Rabell cerca de Jruschov.
- Ah sí, eso hizo mucho daño; la forma en que lo presentaron. Porque esa era la prueba de que la FUPI era comunista. Entonces, el Centro Universitario Católico de la Universidad se dedicó a eso. Siempre me acuerdo del Beato ese que era un reaccionario siempre, el Beato de la Iglesia…
- ¿Charlie?
- Ese era uno de los tipos más fascistas que había en el Centro Universitario Católico. Así que no es santo de mi devoción. Le puedo rezar a otros santos, pero a ese no. Ese no era santo na’. Era un enemigo de la patria
- Fíjese, eso es interesante, y ahí me salgo un poquito del tema entrando en Carlos Manuel Rodríguez, porque una vez había escuchado como que lo estaban volviendo más independentista. Como que decían que se crió al lado de Abelardo Díaz Alfaro y siempre buscando esa puertorriqueñidad.
- Sí, sí, pero eso es propaganda.
- También había visto como el periódico católico excomulgó a la FUPI de una manera no oficial.
- Sí, sí se dedicaron a difamar a la FUPI. A decir que era comunista, que eso era en cierto sentido como decir que eran unos criminales. Es un tipo de acusación que había que resistir porque la lucha de independencia tiene unos objetivos y no es comunista en el sentido que la presentaban. Durante años estuvimos bregando con eso y una de las cosas que lo encendió fue la foto famosa de Rabell al lado de Nikita Jruschov. Fue un acto de esos de solidaridad, protocolario, que no tenía ninguna importancia mayor, solamente que había ese tipo de relación; pero eso no quiere decir que Jruschov era el que nos mandaba las órdenes para nosotros cumplir. Pero se vendía como que eso era así.
- Y hablando de la prensa. Antes de eso, según una aseveración del FBI, supuestamente algunos miembros de la FUPI, no dice nombres, habían renunciado por la supuesta relación comunista, pero que lo primero que habían hecho era ir a la misma oficina del FBI a San Juan para servir de informantes.
- Nunca había oído eso,
- Entonces decía eso,
- ¿Dónde es que dice eso?
- En las de COINTELPRO.
- ¿Ah, sí?
- Bueno, tengo que ver si en las de COINTELPRO o en las de Juan Mari Brás,
- Eso no me consta que hubiera ocurrido.
- Y según decía, el miedo que tenía la FUPI era que el 90% eran católicos, en ese momento.
- Yo creo que eso es una invención para entretener a la gente y hablar de sus supuestos triunfos. De hecho, en una ocasión la FUPI piqueteó al FBI, no sé si has visto eso, en el Viejo San Juan. El edificio del Banco Popular.
- ¿En el edificio del Banco Popular era la oficina?
- Sí, ahí estaba, eso sería para allá para 1963 o ‘64, ‘63 probablemente, o quizás ‘62, no me acuerdo. Está en mis carpetas también.
- ¿El grandote, el que está abajo o el que está arriba?
- El Banco Popular que está frente al antiguo correo allí.
- Sí, eso parece que es de ese tipo de informe falso para subir sus estadísticas.
- Sí, sí, decir que estamos ganando. Y eso de que había una gente que se fue de la FUPI y se fue a las oficinas del FBI, yo nunca había oído esa historia.
- Puede que sea un invento.
- Sí, probablemente. Puede que haya ocurrido una que otra persona, pero no creo que fuera importante en la FUPI. Sería una persona simpatizante, pero no un miembro de la dirección. Siempre hubo agentes en la dirección de la FUPI. Al día de hoy, yo recuerdo, se han identificado 5 ó 6 en la directiva en que yo estuve hasta el ‘63. Estuvo Cecil Náter, que era agente y era tesorero. Sabía todo el dinero que entraba y salía. David Alicea, que después se fue de voluntario a la guerra de Vietnam y lo mataron. Era secretario, para tomar nota de todo lo que se decía. Había otro que se llamaba Díaz, de apellido Díaz, no me acuerdo del primer nombre, que era agente. El más notorio de todos fue Sánchez, que después fue jefe de la guardia de Ferré en la policía y después fue jefe de la fuerza de choque de la policía. Era mi gran amigo. Mi mamá le daba café, porque lo veía flaco cuando llegaba a mi casa a hablar conmigo y siempre le daba café y galletas. Para mantenerlo vivo. No sabía que era un traidor, que lo que hacía era recopilar información. Yo estaba en Praga, en un congreso, cuando Quique Sánchez pasó por Praga como uno de los delegados de la FUPI a visitar China en 1960. Fue con otro amigo de apellido Vicecó y conoció a Mao. Yo nunca estuve en China en mi vida, ni voy a estar, así que… Pero ese sí, ese fue como espía, estuvo dos semanas y conoció personalmente a Mao. Enrique Sánchez. Yo creo que era Luis Enrique Sánchez. Fue jefe de la Fuerza de Choque. Allá para el ’69 estuvo activo cuando el ataque al MPI; él era ya de la directiva de la policía. Bueno, les digo que fue jefe de la guardia de la policía en Fortaleza y de la Fuerza de Choque. Quique Sánchez. Creo que te he mencionado, tres o como cuatro.
- Sí, cuatro.
- Hay un par más. Cecil Náter y Quique Sánchez creo que fueron los más notorios, pero hubo otros; y después de ellos estar en la FUPI hubo otros nuevos también. Siempre la FUPI era la organización ideal para infiltrar porque llegaban y eran gente joven, más o menos joven, que llegaban de no se sabía de dónde. No tenían pasado, por lo tanto, no se podía investigar bien si habían sido o eran agentes y entonces pasaban luego al MPI, pasaban al PIP, al Partido Comunista; pero era la organización, vamos a decir, ideal para infiltrar. Quique Sánchez venía de Coamo y nunca se investigó. Era relativamente joven, pero parece que había entrado joven a la policía y pasaba como independentista en la universidad y se infiltró. A lo mejor pegó cuatro gritos, tiró dos piedras y eso lo hacía ya militante estrella. Era muy fácil infiltrarse en la FUPI. Descubrirlo era cuestión de tiempo, quizás de años. Cuando llegaron las carpetas fue que apareció que Santos Colón era agente y Santos Colón era guardaespaldas de Mari Brás y su chófer; y fue líder obrero en Guayama. Yo me acuerdo haberlo visitado en su casa en los años noventa. No, no en los ‘90 no porque ya habían salido las carpetas, en los ochenta. Hombre buenísimo. Si mal no recuerdo, yo estuve cuando entró al MPI, que fue una asamblea en el Club Los Chavales de Guayama. Allá para 1965, probablemente. Reorganizamos el MPI en Guayama y ahí empezó él. No sé si ya era agente o si lo reclutaron después, porque hay dos clases de agentes: los que se infiltran manda’os y los que se reclutan luego de estar en la organización. Esos son quizás más difíciles de detectar. Los que estando en la organización se venden. O sea, que hay de todo. Siempre la lucha de independencia ha estado infiltrada. Y entonces hay agentes que lo que hacen es meramente chotear, decir: “Pues se dijo tal cosa en tal reunión”. Y hay otros que vienen de agentes provocadores a participar incluso de acciones clandestinas. Yo entiendo que Santos Colón sabía muchísimo porque si era el chófer de Mari Brás, pues tenía Mari Brás que haber dicho algo de vez en cuando que él anotara como importante. También hay un problema que había en el independentismo y era pensar que todo el mundo podía ser agente. Se creaba una fobia de que “este tipo debe ser agente”. A lo mejor era porque provocaba y estaba en desacuerdo, tenía mucha prisa en hacer la revolución. Lo que fuera, pero siempre había sospechas.
- Yo he visto que hasta de Juan Mari Brás llegan a decir en momentos que era agente.
Este comentario lo hice en referencia al volumen 23 de los archivos de la División de Inteligencia en Puerto Rico. Se trata de un memorando del teniente César Soto, Jefe de la Unidad de Inteligencia del Área Oeste al Comandante Interino del Área Oeste, Israel Freytes. En este, el Sargento Vicente M. Torres informaba que David Feliciano Martínez, quien poseía una fábrica de dulces en el Barrio Quemado de Mayagüez, se había retirado del MPI porque la organización no ofrecía garantías y, además, le habían dicho que Mari Brás era agente de la CIA.[1]
- Bueno, ese es el colmo de la estupidez. Que Rabell era agente yo sí que había oído, pero eso no tiene sentido.
- ¿También de él habían dicho lo mismo?
- Sí, yo creo que recuerdo lo de Rabell; y de Marí Brás, no recuerdo que nadie haya dicho nunca que era agente. Pues, todo es posible. Tampoco creo que hayan dicho nunca que yo era agente, pero pueden haberlo dicho.
- Sí, yo he visto que esa es una técnica que se llama counter-snitch. Dar la impresión de que el que no era un agente es el agente.
- Todo el mundo puede ser calificado como agente por algo que se dijo o no se dijo; o se hizo o no se hizo; o que vieron a alguien hablando con alguien que era agente. Pues yo puedo haber hablado con muchísima gente que era agente sin saberlo. Al lado mío pues había gente como Quique Sánchez y Cecil Náter: gente de cierta confianza. Pero yo no sabía que Quique Sánchez era agente cuando lo mandé para Pekín. Dicho de verdad, literalmente lo mandé para Pekín. Así que si uno supiera a los 81 años que ahora yo tengo lo que sé, pues, hubiera cometido menos errores. Hubiera calificado mejor la gente. Pero el juicio te lo da la experiencia, uno nunca sabe. Uno cree que sabe todo cuando tiene 18 años. Yo probablemente creía eso. Cuando yo era presidente de la FUPI en el ‘58, yo tenía 20 años y me creía sabio, pero no era sabio na’. Me cogieron de zángano muchas veces. Entonces y después; y ¿quién sabe lo que falta todavía? Quizás cuando llegue a los 99 años sepa algo más. Además con memoria, porque yo creo que tengo memoria. Yo creo que me acuerdo de casi todo lo que puedo acordar. Hay detalles que pasé por alto por años y ya es difícil reconstruir, pero la cosa básica sí que tengo las memorias intactas.
- ¿Y de la FAU y de Misla? He visto que el FBI le enviaba chavos.
- Ajá. Misla Aldarondo, Granados Navedo y Freddy Valentín, todos salieron después presos por delitos comunes. Misla Aldarondo era un pillo como legislador, Freddy Valentín era otro pillo y Granados Navedo era otro pillo. ¡Son pillos! De ese grupo de líderes de la Asociación de Universitarios Pro Estadidad, que eran más bien los mismos del Frente Anticomunista, el único que no era pillo era Orestes Ramos. Era reaccionario, derechista, pero no era pillo. Yo lo he visto en los últimos años y hemos hablado de todo porque eran personas, como dije, reaccionarios; pero no era un pillo, como el 95% de los otros que eran pillos. Delincuentes comunes. Estaban en eso y entonces no es extraño que hayan estado bajo sueldo del FBI.
- En las fuentes no sale que le den dinero a ellos como a su persona, pero sí de que la organización necesita sustento.
- Y conociendo lo que hicieron después, deben haberse robado una buena parte de lo que les dieron. Era su naturaleza. Ellos no se hicieron pillos con el tiempo, eran pillos desde chiquitos, probablemente. Robaban trompos al principio, robaban chinas mondás. La cosa de pillos probablemente viene antes. Eso se desarrolla y si tienen dinero cerca ahí es que el pillo se conoce. Cuando hay mucho que robar es que salen los pillos y las tentaciones; y, entonces, eso es lo importante, poder resistir las tentaciones del dinero fácil y fraudulento. Y estos tipos hicieron eso, el grupo ese que hacía piquetes frente a la universidad. Piquetes grandísimos porque eran en contra de Fidel y Fidel era el monstruo que había que rematar en el piso; pero, la historia los absorbió porque quedaron como pillos eventualmente. Me refiero a Granados Navedo, a Misla Aldarondo y a Freddy Valentín: tres ladrones. Víctor Fajardo no era de esos grupos que yo sepa. Era pillo, pero se desarrolló después. No es del grupo de Misla. Vino por otro lado a robar.
- Volviendo un poquito al principio para concluir. Este tipo de dibujos… Voy a hacer una sección en la misma tesis de los dibujos, una pequeña colección…
- El arte imperialista.
- Oiga, esa es buena. (reímos)
- Te di un titular ahí.
Voy a poner que usted le puso eso. (reímos)Y que incluso hay más, pero que aparecen en periódicos como El Mundo, que no necesariamente eran del FBI, pero ya eran de la misma categoría.
- Bueno, sí, Filardi, que era el caricaturista de El Mundo, tiene muchas caricaturas asquerosas. Asquerosas. Como las columnas de Combas Guerra y de Santín, que eran generalmente difamaciones e inventos. Cosas inciertas que no existían, pero que ellos crearon para difamar y meter miedo. Santín, se probó luego que estaba al servicio y bajo paga del FBI y era el periodista más excelso. Hasta el capítulo de Mayagüez de la Asociación de Periodistas se llamaba Capítulo Santín. Yo creo que le habrán quitado el nombre porque sería una vergüenza. Periodistas elogiando a Santín cuando era un ladrón. Y Combas Guerra era un infeliz. No sé si le pagaban, pero era un reaccionario, un acomplejado colonial. Porque hay gente que la razón que uno puede encontrar para que sean tan malos es que nacieron con complejo de inferioridad. Ahí soy más bien freudiano que marxista.
- Es interesante porque cuando el FBI habla de Santín la primera vez, lo que resalta el agente, en otras palabras, es que a esta persona se le puede sacar mucho partido.
- Bueno, Santín publicó una vez una columna donde decía que yo me había reunido en Cuba con Kosygin, que era el primer ministro de la Unión Soviética, y que Fidel Castro estuvo en la reunión, pero como figura secundaria. Los importantes éramos Kosygin y yo, Norman Pietri. Y yo en Claridad escribí un artículo, “Sueño de una noche de verano”, donde describía cómo el submarino soviético me había recogido para ir por Guánica, me había llevado a la Habana y había regresado. Y después tan en serio se publicó, que en esos días yo tuve hasta señalamientos en el tribunal. Que si podía acreditar con evidencia, no fabricada por mí, sino récord oficial, de que yo en esos días había estado en el tribunal de Caguas o en este otro tribunal. Yo tenía muchos casos, pero imagínate, el que lee eso, dice: “Pietri, amigo de Kosygin, que es el diablo, pues este es otro diablo”; ¿ves? O sea, que para mí podía ser un gran honor haber sido distinguido por Kosygin y que me hubiera dedicado tiempo a escucharme sobre la independencia de Puerto Rico, pero eso representaba el fin del mundo. Y eso era continuo: los ataques al MPI, a Mari Brás, a Silén y a mí. Éramos los que más sonábamos, en términos de polémica.
- El artículo de “Sueño de una noche de verano», ¿es más o menos de qué año?
- De Claridad, no sé si lo tenga, pero en Claridad es de 1966, espérate, ‘67, creo que ‘67. Está en Claridad y se llama “Sueño de una noche de verano”. Ellos deben tener un índice con autores. Si lo encuentro luego… Tengo récord y todo, pero están algo desorganizados. Pero, o sea, me burlé de eso, ¿verdad? Y todo el mundo lo celebró, porque la gente, lo que leía era un Santín, no leían mis artículos en Claridad. Nadie leía Claridad, comparado con los que leían El Mundo. Ahora no, ahora la gente ya no lee periódicos, ahora lo que leen y ven son programas de farándula. Ahora mismo lo único que pasa en Puerto Rico es el juicio ese de Fajardo, que me tiene hasta aquí, de harto ya, porque es el que la “justicia”, entre comillas. Si aquí hay 400 asesinatos al año, y entonces, pues se acabó toda la noticia de lo que fuera, y ahora es el dichoso crimen ese. Ya no hay noticias, ni nada.
- Pienso, también, que ese es un problema en las secularizaciones de las luchas. Entonces se seculariza, y bueno…
- Es que se apropian de todo. Es como la lucha contra Roselló, se la han apropiado, y ahora pues, como si no hubiera pasado nada, hay una sucesión. Se discute quién va a ser el candidato del PNP, que si Pierluisi, que es un asaltador de…, o sea, un golpista, o si no, pues Rivera Schatz, o si no es la JGo, o si no es la misma Wanda Vázquez; pero de qué estamos hablando. Si cuando era lucha contra Roselló era contra esa casta. Por eso fue en el verano, había muchos estudiantes aquí, de vacaciones, todos los maestros que no tenían…, pero de repente, pues, todo como que vuelve a la “normalidad”, entre comillas. La normalidad anormal que había ha regresado. Entonces, pues, ahora lo que se habla es del asesino de Fajardo y todo el mundo pidiendo penas de muerte y que le metan cinco millones de fianza y los tribunales imponiendo fianzas que no son derechos a fianza, son anulación del derecho a la fianza.
Pietri continuó comentado el asunto del derecho a la fianza y lo que podían haber sido diferentes conclusiones del caso mencionado. De momento, me ofrecía una corta cátedra de leyes; y terminaba hablando de cómo las redes sociales y los programas de farándula afectan negativamente este tipo de procesos judiciales. Poco antes de concluir, tocaba el tema de la realidad político partidista y me pidió que no incluyera sus opiniones en este aspecto, por lo que acordamos dejar de grabar. Cuando terminamos la conversación, nos despedimos. Si el recuerdo de mi olfato no me traiciona, el olor a sopa de plátano desde la cocina había inundado el apartamento.
FIN
[1] Fundación Juan Mari Brás. División de Inteligencia, Puerto Rico. Vol. 23. Noviembre 1969-abril1970. 19
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[…] Norman Pietri: una entrevista para la Historia […]
[…] Este comentario lo hice en referencia al volumen 23 de los archivos de la División de Inteligencia en Puerto Rico. Se trata de un memorando del teniente César Soto, Jefe de la Unidad de Inteligencia del Área Oeste al Comandante Interino del Área Oeste, Israel Freytes. En este, el Sargento Vicente M. Torres informaba que David Feliciano Martínez, quien poseía una fábrica de dulces en el Barrio Quemado de Mayagüez, se había retirado del MPI porque la organización no ofrecía garantías y, además, le habían dicho que Mari Brás era agente de la CIA.[1] […]
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